Una cadena humana intentó sofocar el  que arrasó hasta ayer en la tarde una extensión de mil estadios de fútbol, entre Moquegua y Arequipa, e ingresó al Bosque de los Queñuales, con árboles de 200 años de antigüedad que crecen en las faldas del volcán Pichu Pichu. El apoyo también fue por la vía área. Pero el último reporte de esta mañana ubicaba el control en un 90 %. Para hoy aplicarán una nueva estrategia para terminar con la amenaza.

TRABAJO. Desde las cinco de la mañana, un grupo de 54 agentes de la Unidad de Servicios Especiales partió de Arequipa hacia Polobaya para sumarse al trabajo que empezaron los comuneros y 30 efectivos de seis comisarías de Arequipa desde el lunes. La jornada continuó con palas y picos a fin de cortar el avance del fuego que alcanzó los dos metros de altura.

“Aprovechemos que el viento sopla en sentido contrario para retirar los pastos secos, no se acerquen mucho”, fue la indicación principal para la cadena humana que trabajó diez horas.

La reunión de coordinación empezó en el sector Peña Blanca. Arribaron 30 vecinos de Pocsi, 40 de Polobaya, junto a sus alcaldes, así como el comandante PNP Alfredo Marín al mando de 54 agentes USE. También 22 soldados del Ejército Peruano que recién ayer iniciaron sus labores.

AÉREO

Mientras se organizaban en Polobaya, el mayor general FAP Gregorio Mendiola Lomparte, comandante general del Ala Aérea N° 3, dirigía los viajes del helicóptero MI17, acondicionada con un Bambi-Bucket para descargar dos mil 500 litros de agua en cada vuelo.

Según precisó el Bambi-Bucket es controlado en cabina por el acompañante del piloto del helicóptero. Para ello usan un mando remoto.

Quienes abordaron la aeronave se instruyeron en el Callao bajo el manual de “Lucha contra incendios”. El equipo partió de Lima el lunes y arribaron ayer en la mañana a Vítor. Para abastecerse de agua acudieron a la represa San José de Uzuña, por la cercanía a la zona de peligro.

“Esperemos que con los vuelos termine hoy el sofocamiento, de lo contrario el esfuerzo por tierra es muy complicado por la zona agreste. Si salvamos unos cuántos metros cuadrados de flora silvestre estamos ayudando bastante, porque recuperarse requiere muchos años”, agregó Mendiola.

Pese a las descargas, el último reporte de anoche informó el control en 80% en la región Arequipa y con alerta de intensificarse, debido a los vientos que facilitaban el avance. Mientras que en Moquegua el fuego amenazante para la comunidad de Talamolle terminó el lunes en la noche. El comisario de Puquina, teniente PNP Demson Pacheco, precisó por lo menos 200 hectáreas afectadas en la zona. Ningún comunero formalizó una denuncia sobre daños a terrenos de cultivo o viviendas.

A este sector también llegó personal de la Administración Técnica Forestal y de Fauna Silvestre (ATFFS) Arequipa, conocida también como SERFOR Arequipa, a fin de recabar información sobre el inicio del siniestro sin resultados que puedan identificar a un responsable. Las investigaciones continuarán en el lugar. De acuerdo a los reportes iniciales, el fuego se expandió de Moquegua por quema de pasto seco.

BOSQUE

Asimismo, el reporte de esta última entidad alertó que las llamas ingresaron a la zona de . Afectó parte de la vegetación no maderable y un milagro evitará el consumo a los Cápac Queñua, respetuosamente llamados así. En los últimos años se realizaron actividades que permitieron la conservación adecuada, pues están lejos de la población.

Los árboles de queñua se adaptan a condiciones muy extremas de altitud y llegan a medir hasta 20 metros de altura. En el 2017, las autoridades arequipeñas buscaron que se declare como área natural protegida. El bosque abarca las jurisdicciones de Characato, Chiguata, Pocsi y Quequeña, y está a dos horas del centro de Arequipa. Además forma parte de un corredor biológico que se complementa con la Reserva Natural Salinas y Aguada Blanca.

DAÑOS. Con las mil hectáreas perdidas entre Moquegua y Arequipa, la fauna y flora silvestre adaptadas entre 3 mil 200 m.s.n.m. y 4 mil m.s.n.m perdieron su habitad, es decir, animales como perdices, lagartijas, aguilas, buhos, huanacos, roedores y serpientes. “Algunas lograron salvarse o fallecieron carbonizadas”, indicó Luis Gonzales, administrador de la ATFFS. Asimismo, en flora se perdieron especies como el “chujo”, planta aceitosa que favorece la combustión, ichu, lloque, queñua (en Moquegua), entre otros.

Con el control del incendio, recién las autoridades precisarán la pérdidas.

A 36 horas del incendio forestal, los ganaderos de Characato, Chiguata, Pocsi y Quequeña, mostraron preocupación por los pastizales afectados para su ganados.

ESTRATEGIA

La jornada terminó ayer aproximadamente a las 18:00 horas. Para evitar exponerlos, el trabajo a pico y lampa se reinició esta mañana. Para ello plantearán una nueva estrategia de trabajo.

Para esta jornada un equipo especializado en incendios forestales del Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas de Cusco llegará a Arequipa en el transcurso del día.

1970 peligro de extinción del bosque fue declarada debido a la tala indiscriminada

2 centros poblados estuvieron amenazados por siniestro que lleva por lo menos 30 horas.

30 extintores usaron los agentes policiales en Polobaya durante ardua labor.

Protector. Importancia del árbol de la vida cerca al volcán

El queñual es como una esponja que filtra el agua de la lluvia a través de sus raíces al subsuelo. Esto favorece a la formación de ojos de agua aprovechados por distritos como Characato, Sabandía y Socabaya. También cumple la función de protector al evitar la erosión de la tierra, huaycos, y anidan diferentes especies de aves.

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