La sociedad peruana pareciera que carece de mucho conocimiento social, pero en realidad, es una mezcla cultural que debe ser comprendida. Entrevistamos a Jair Pérez Brañez, gestor cultural en el país.
¿Cómo influyó tu formación en literatura en tu enfoque sobre políticas culturales? Muchísimo, pues los estudios en Literatura en San Marcos te ofrecen una visión muy amplia y general del Perú y la cultura. Muchos coinciden que con San Marcos descubres el Perú, y lo descubres por los conocimientos académicos, por los profesores y por el contacto con compañeros de diversas procedencias. Esta visión descentralista, el espíritu democrático y el cariño por el Perú son elementos que indudablemente deben construir las políticas culturales en nuestro país. No en vano varios literatos han estudiado y contribuido con las políticas culturales del Perú como Jorge Cornejo Polar.
¿Cuál consideras que es el problema para la difusión cultural en el Perú? El Perú tiene una rica y diversa producción cultural en todas sus regiones, sin embargo, mucha de esa producción no circula o circula poco porque es la producción limeña la que impone los criterios estéticos y modales dominando el mercado cultural nacional. En ese escenario, las pocas políticas culturales que podrían dar equilibrio a la presencia de Lima, son pensadas, formuladas y ejecutadas con un mayoritario sesgo centralista. Por otro lado, en el país carecemos de una política de infraestructura cultural y la infraestructura que tenemos es insuficiente, por ejemplo, hay departamentos en el país que no tienen un centro cultural limitando la producción local.
En “A la sombra de Lima”, ¿qué ejemplos concretos de centralismo cultural encontraste más alarmantes? El libro propone un panorama de las políticas culturales desde la República y el balance de este panorama es que las políticas culturales son en su mayoría centralistas. Incluso la actual Política Nacional de Cultura no otorga atribuciones y responsabilidades para los gobiernos locales y regionales. Otro dato que refuerza el centralismo es la infraestructura cultural, Lima, mejor dicho, algunos distritos de Lima.
Tu libro analiza el centralismo cultural en Perú, ¿propones algún modelo específico para descentralizar las políticas culturales? En el último capítulo del libro esbozamos algunas propuestas para construir políticas culturales descentralistas y democráticas. Entre ellas, por ejemplo, ensayamos la idea de la municipalización de la cultura, esto es darles atribuciones concretas y orgánicas a los municipios. Los Municipios son la primera línea de diálogo del Estado con el ciudadano y sus funciones en cultura son bien irregulares y siempre están sujetas a la poca o buena voluntad política del alcalde de turno. En el Perú, los municipios que tienen gerencias o subgerencias de cultura no llegan a diez y ni que decir de los gobiernos regionales.
¿Cómo pueden complementarse lo académico con lo práctico en materia cultural? Eso es prioritario, la mayoría de gestores culturales nos hemos formado en la práctica, entre el activismo cultural y la profesionalización del hacer cultural, y felizmente en los últimos años hay una reflexión de los propios gestores culturales por su práctica, se sistematizan experiencias y se piensan los proyectos para presentarlos en convocatorias. Esto está produciendo además reflexión de los propios gestores en beneficio de la comunidad y en un diálogo permanente con la academia.
PERFIL
Jair Pérez Brañez. Licenciado en Literatura Peruana y Latinoamericana por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Magister en Estudios de la Cultura, mención en Políticas Culturales por la Universidad Andina Simón Bolívar (sede Ecuador).
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