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El expresidente regionalde Arequipa, Juan Manuel Guillén Benavides, al hablar de don Pepe, como llama al recordado poeta José Ruiz Rosas se emociona, porque lo conoció cuando culminó la secundaria e ingresó a la Universidad Nacional de San Agustin (UNSA) para estudiar Filosofía.

“Recuerdo mucho a don Pepe pues lo conocí cuando abrió la librería Trilce, yo había terminado mi secundaria en el Colegio Independencia en 1958, y él abrió la librería entre 1959 a 1960 la atendía junto a su esposa la señora Teresa, este recinto durante esa década de los 60 se convirtió en un centro cultural de Arequipa”, narró.

CONSEJOS. Guillén Benavides gozó de los consejos de orientación de don José Ruiz Rosas cuando era estudiante de Filosofía y junto a otros jóvenes les mostraba los libros que tenía sobrela materia como las obras completas del filósofo alemán Dilthey.

“Me recomendó a ese filósofo, recuerdo que estábamos muy preocupados por una asignatura en la universidad, que era sobre la concepción del mundo físico y me sugirió que leyera un libro de este autor que era de las concepciones del mundo”, dijo.

La amabilidad, ternura y sencillez de don Pepe para Juan Manuel Guillén son únicas. “Creo que esa ternura la transmitió a su poesía, porque tiene una calidad intimista e introspectiva, es decir, muy profunda, como si todo lo sacara de sus propias experiencias y viviencias. Fue un ícono de la poesía, fue un cultivador de la poesía de la época de oro de España”, dijo.

Los rasgos de personalidad de José Ruiz Rosas, según el expresidente regional, también eran únicos porque se hacía notar sin imponer su presencia pese a tener fama de ser buen poeta.

Recuerda que cuando culminó sus estudios en la universidad entre 1965 a 1966 se decidió dar continuidad a la revista Hombre y mundo y la presentación la hicieron en su librería.

“Le tengo una enorme deuda moral e intelectual y nunca olvidaré la ternura con la que nos trataba y la amabilidad que tenía, todo le fluía con naturalidad” refiere.

Guillén Benavides guarda en su biblioteca personal un libro de latín que el vate le regaló cuando le comentó que estaba estudiando dicha lengua.

”Me regaló el libro de la historia del latín, para mí es un regalo especial, era dadivoso”, dijo.

Guillén señala que José Ruiz Rosas deja tres valores que aportó a la cultura, fue gestor, orientador, maestro y guía de muchos jóvenes que se dedicaban a la poesía. Asimismo, su librería fue un centro de valor cultural y su valor como persona.

Guillén cuando fue rector de la UNSA publicó un libro con parte de la obra de Ruiz Rosas entre 1990 a 1991 y luego en el 2009 cuando fue presidente regional mandó a editar toda la obra poética con el nombre de Poesía Reunida, el cual tiene no menos de 500 poemas, la revisión corrió a cargo del ahora difunto literato.

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