Las secuelas que deja la anemia son incurables
Las secuelas que deja la anemia son incurables

La anemia sigue asolando a nuestro país, esto a pesar de que según el último informe del Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (Midis), cerca de 65 mil 200 niños menores de tres años dejaron de tener anemia durante 2018.

Pues, si bien, hay una reducción considerable, no se cumplió la meta de bajar el nivel de anemia a 42% el año pasado, cuando se registró 43.5% de anemia a nivel nacional.

Enfrentar esta enfermedad supone un compromiso no solo del Gobierno, sino de la población. El médico estadounidense, Kent Bradley, asesor nutricional de la Asociación Americana de Liderazgo Médico, ha evaluado este trastorno e indica que la anemia no solo es perjudicial al niño en su etapa temprana, sino que es una enfermedad cuyas secuelas son de por vida. “El sistema inmunológico estará deteriorado (...) se puede ayudar con los minerales y vitaminas que reciba después, pero el daño se queda para siempre”, explicó. Por ello, el experto indica que no solo se debe atacar la anemia, sino prevenirla, pues la malnutrición y desnutrición se siguen viendo como temas aislados, pero en realidad generan la misma consecuencia: anemia.

EVALUACIÓN

Según el estudio hecho por Brandley sobre la realidad de la anemia en el Perú, la falta de educación y recursos son los dos componentes que agravan la situación. “En ambos casos (malnutrición y desnutrición) se aprecian los mismos patrones de conducta, falta de conocimiento y escasos recursos”, enfatizó. La anemia también genera un alto costo al país. El médico explica que los tratamientos y programas que tenemos para combatir la enfermedad son tan costosos como en cualquier otra ciudad del mundo.

RECOMENDACIÓN

Es por ello que Brandley establece un método para hacerle frente a esta problemática: educación, contexto y hábitos de alimentación. El especialista indica que primero la población debe saber lo que debe consumir para estar bien, después que los programas del Gobierno den ayuda estudiando el contexto de cada poblador, no generalizar y finalmente hacer de esto un hábito que se difunda y enseñe como cualquier otra materia. Solo así se verán cambios para el 2031, fecha marcada para erradicar el mal.

El sistema inmunológico estará deteriorado. Se puede ayudar con minerales pero el daño siempre estará.