El mercado San Camilo no solo es un centro de abastos, sino también es un ícono comercial e histórico de Arequipa, el cual se ha preservado durante años. Su historia se remonta a tiempos coloniales, cuando el proceso de licencias comerciales estaba en manos del rey de España.
Ubicado en pleno corazón de Arequipa, Correo acompañado del arquitecto y restaurador, William Palomino, pudo recorrer estas instalaciones que guardan vestigios de la historia arequipeña, los cuales se han preservado y mejorado durante los años.
En ese sentido, Palomino relató que desde 1756 la orden de San Camilo solicitó que le pudieran dar el terreno para construir un templo y convento. No obstante, la construcción no fue inmediata, pues en 1801 recién se pudo edificar debido al permiso otorgado, donde contemplaba la bóveda más grande de la época.
Sin embargo, el devastador terremoto de 1868 lo derrumbó y, desde entonces, el espacio fue ocupado por comerciantes, transformándose poco a poco en el corazón comercial de la Ciudad Blanca. “Si bien, no se pudo reconstruir el templo, ahora algunas secciones conservan elementos que no han cambiado con los años, por ejemplo, el área de frutas, carnes”, explicó el arquitecto William Palomino, resaltando que la primera piedra se colocó ya en 1910.
SECCIONES DEL CENTRO DE ABASTOS
En este recorrido, se puede observar la zona denominada “Los Agachaditos”, famosa por sus puestos de comida. El nombre surgió porque los comensales comían rápido, encorvando la cabeza, lo que convirtió en una peculiar costumbre urbana.
Así también, conserva la fachada más antigua del mercado, el cual se ubica en la calle Alto de la Luna. Con un estilo neorenacentista, destaca elementos singulares para su época. Asimismo, la sección de frutas es una de las más coloridas y fotográficas por la variedad de productos sobre los stands que atraen a turistas extranjeros.
Mientras que otra área muy visitada es la dedicada a los pagos y rituales ancestrales, una tradición que ha logrado resistir el paso de tiempo.
Debido a la historia que se revela en cada punto, el Mercado San Camilo es considerado como Patrimonio Histórico Monumental Representativo de Arquitectura Civil Pública, cuyas estructuras fueron diseñadas por el reconocido ingeniero francés Gustavo Eiffel.
De acuerdo a Palomino, esta edificación permite observar transición del siglo XIX y XX, reflejando la llegada de nuevas tecnologías y materiales de construcción. “El mercado San Camilo tiene patrimonio material e inmaterial”, destacó.
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