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Para el arzobispo de Arequipa, Javier Del Río Alba, el informe difundido por el Sodalicio sobre los abusos dentro del movimiento, es un paso importante para que la comunidad conozca los “delitos gravísimos” cometidos contra algunos jóvenes. “A ellos se les menciona con su nombre, pero también menciona que hay otros que todavía forman parte y que están siendo investigados... se han comprometido a dar la información a la Fiscalía”, agregó Monseñor.

Detalló que el Estado debe poner todo esto de conocimiento del Ministerio Público y en el nivel eclesiástico se considera solo a los que son sacerdotes. Dijo que en Roma se evalúa la denuncia presentada por una familia en torno a sus sospechas de abuso de un sacerdote (que fue separado de la iglesia por el proceso) a sus hijos, asunto que aún no ha culminado.

Se refirió al movimiento sodálite y explicó que esta es una institución eclesiástica que tiene autorización papal y sobre la que no tienen potestad los obispos.

En la carta, el prefecto del ministerio al que pertenece el movimiento, señala que el Sodalicio es un carisma dentro de la Iglesia Católica y cuyo comportamiento es similar a lo que ha pasado con otros movimientos de la Iglesia pero cuyos miembros han cometido delitos graves, es decir que también han caído en pecado grave.