Menores viajan por horas y se quedan en el local para poder estudiar. Foto: cortesía.
Menores viajan por horas y se quedan en el local para poder estudiar. Foto: cortesía.

Una situación preocupante es la que se vive en los 12 albergues de las comunidades campesinas situados en 4 provincias de la región, carecen de una adecuada infraestructura y en algunos casos, con ausencia de servicios básicos como luz y agua potable, pese a que albergan cerca de 450 escolares que se concentran  para recibir clases.

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La lejanía entre caseríos de las partes altas de Arequipa obliga a que los niños y adolescentes en edad escolar deban recorrer hasta 5 horas los domingos por la tarde para llegar a sus respectivos albergues comunales, donde permanecen hasta los viernes por la tarde para pasar el fin de semana con sus familias.

SITUACIÓN

Rolando Apaza Viveros, subgerente de Comunidades Campesinas de la Gerencia de Desarrollo e Inclusión Social, precisó que estos 12 albergues en las provincias de La Unión, Condesuyos, Castilla y Caylloma, además de ser locales acondicionados para funcionar como albergues y no fueron construidos para tal fin, salvo aquellos bajo administración de la Gerencia Regional de Educación (GREA).

Debido a la lejanía de estos albergues, los profesores tienen que asumir muchas veces diversos roles e incluso trasladar los insumos. “Los profesores hacen el esfuerzo, porque ellos llevan medicinas, porque a veces no hay postas”, señaló Apaza.

Asimismo, los municipios distritales y padres de familia son los que tienen que colaborar con la alimentación y, en el caso de los padres, deben rotarse la preparación de la comida, mientras que los gobiernos locales solo pueden asumir este rol debido a la falta de presupuesto.

“Lamentablemente los municipios distritales que están en la parte alta reciben trasferencias totalmente simbólicas, el Foncomun que reciben es poquísimo, el canon es bajo, estamos hablando de trasferencias para todo el año de 200 mil soles”, señaló.

Respecto al tema de servicios básicos, solo aquellos albergues que están situados en los valles, como el de Tomepampa (La Unión), tienen servicios, mientras que aquellos situados por encima de los 4 mil metros sobre el nivel del mar carecen de agua potable, no obstante, la captación del recurso hídrico se hace a través de tuberías provenientes de manantiales debido a la ausencia de un sistema de cañerías. “No es agua potable como lo que consumimos en las ciudades”, precisó Apaza; esta situación también se replica en cuanto a la energía eléctrica, el 40 % de estos albergues no cuenta con electricidad, a lo que se suma que ninguno de estos albergues cuenta con servicio de Internet para educación.

OPTIMISMO

Pese a esta gran necesidad y al requerimiento hecho ante las instancias respectivas, el bajo número de beneficiados en los proyectos genera que estos sean rechazados. “Tenemos una gran traba en el Ministerio de Economía y Finanzas, cualquier proyecto que se elabora pasa por un riguroso conjunto de requisitos”, aseguró el funcionario.

Esta misma respuesta también se aplica ante la alternativa de ejecutar proyectos de paneles solares para electrificación en estas zonas, “si armamos un proyecto de paneles solares ¿cuántos son los beneficiados? Si hay pocos beneficiados no lo van a aprobar también”, expresó.

En cuanto a la administración de los albergues, la GREA administra 2 de estos locales, bajo el nombre de Centros Rurales de Formación en Alternancia (CRFA), uno ubicado en el valle de Tambo (Islay) y otro en Tolconi, en el distrito de Chachas (Castilla).

Por su parte, los otros 10 albergues comunales están a cargo de los municipios distritales e incluso de los propios padres de familia, quienes se encargan de implementar los mismo. En cuanto al motivo por el cual el GRA no invierte en estos albergues.

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