El filosofo y ensayista Pablo Quintanilla conversó con Correo sobre la realidad del país tras la llegada de la pandemia de la COVID-19, y a propósito de su participación en el Hay Festival Arequipa 2021.
¿Cuál fue el papel que desempeñó la filosofía durante la pandemia?
El rol que tiene la filosofía en una época de crisis siempre es cuestionar la manera en la que reaccionamos a las adversidades. Adicionalmente, la usamos para formularnos preguntas relacionadas con cómo estamos llevando nuestra vida y nuestra sociedad.
¿Cuál debería ser nuestra proyección como país?
La pandemia nos ha dejado muchas enseñanzas, porque esta se juntó a una crisis de envergadura y esto se dio casualmente en el año de nuestro Bicentenario. Esto nos ayudó a identificar problemas sociales, como las injusticias, la discriminación, la corrupción, etc., y todo esto nos saltó en la cara de manera violenta. Si no somos conscientes de estos problemas, van a volver a aparecer eventualmente.
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¿Cree que se supo manejar correctamente la pandemia?
Martín Vizcarra no manejó bien la pandemia, sobrefrenó la economía, optó por medidas que afectaron negativamente la economía nacional, En cambio, Francisco Sagasti sí realizó un buen papel, consiguió vacunas, amplió el servicio en los hospitales. Las decisiones de Vizcarra fueron pésimas, las de Sagasti acertadas.
¿Qué palabras merecen el gobierno de Pedro Castillo?
Pedro Castillo nunca creyó que ganaría las elecciones. Por lo tanto, no estaba preparado, sin embargo está de presidente. De hecho, Perú Libre no tenía un plan de gobierno propiamente dicho, solo un ideal. Pero todavía hay posibilidad de que, aunque todo esté en su contra, Castillo termine su mandato y haga de él un buen gobierno o aceptablemente bueno. Eso sucedería si recibiera el apoyo de las fuerzas políticas de centro, no las de extrema izquierda, con el objetivo de una posible postulación a nuevas elecciones y obtener un rédito político a partir de ello. Aún le espera un camino largo.
¿Hay algunos indicadores de este avance?
Sí, por ejemplo, la presidenta del Consejo de Ministros, Mirtha Vásquez, es una persona muy correcta, muy centrada y considerada. Ojalá que en estos días el presidente aprenda a gobernar, porque lo peor que podría pasarnos ahora es una vacancia, ya que el país estallaría con una serie de conflictos sociales que solo nos retrasaría más.
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Volviendo al tema de la crisis sanitaria, ¿cree que podemos rescatar algún aspecto positivo de esta experiencia generacional?
Toda crisis es una oportunidad de autocrítica. Aunque por un lado ha tenido consecuencias negativas para la sociedad, también esta experiencia penosa para los seres humanos genera mayor reflexión, y propicia la necesidad de que nos preparemos para evitar o estar mejor preparados si es que se repite.
¿Volveremos a la normalidad?
Yo creo que sí, pero no sabemos exactamente cuándo. Ya hemos atravesado por pandemias en otros tiempos, pero esta es la primera pandemia global, las otras han estado localizadas y controladas a tiempo. Lo que pasa ahora es que aprendimos a manejar una pandemia mundial, por si esta vuelve a ocurrir, pero también aprendimos a relacionarnos, a vivir de manera virtual y salir adelante. Por ello no solo hay que detenernos en lo negativo, sino también en lo positivo.