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En plena fiesta de la Virgen de la Candelaria, el 2 de febrero de 1985, el papa Juan Pablo II se paró ante una gran multitud y la imagen de la Virgen de Chapi, en la explanada de la entonces Ciudad Universitaria de San Agustín (UNSA). Ese día, el santo padre se refirió en su homilía a la presentación del Niño en el templo de Jerusalén, 40 días después de su nacimiento en Belén.

“Ahí, en el templo de Jerusalén fueron pronunciadas las palabras proféticas que la Iglesia transmite cada día en su liturgia, y que hoy proclama con una especial solemnidad... Hoy repetimos estas palabras aquí, en Arequipa, en tierra peruana, juntos profesamos con ellas la fe en Jesucristo, esa fe que ha llegado a esta tierra desde hace ya casi cinco ciclos...”, dijo Juan Pablo II en parte de su homilía.

Luego de eso, saludó a los obispos y sacerdotes de Tacna, Cusco, Puno y otras regiones que se habían reunido en esa mañana.

MENSAJE. “El que no ama no ha conocido a Dios, porque Dios es amor. He aquí el mensaje de esta fiesta y en el que reconocemos también a esta hija elegida de vuestra tierra que hoy puedo proclamar Beata de la iglesia, Sor Ana de los Ángeles Monteagudo”, pronunció poco después, logrando el aplauso de los concurrentes.

La celebración llegó a su punto culminante con la coronación de la imagen de la Virgen de Chapi.

Recuerdo. En marzo de 2015, el Arzobispado de Arequipa organizó un congreso teológico pastoral, recordando 30 años de la visita.

Como se sabe, esta semana llega el  a Perú y miles de peruanos se alistan para el encuentro en Puerto Maldonado, Lima