Curadora y docente graduada con medalla de oro en la especialidad de artes plásticas. (Foto: Cortesía)
Curadora y docente graduada con medalla de oro en la especialidad de artes plásticas. (Foto: Cortesía)

La experiencia de visitar un museo es algo que se torna indeleble, conversamos con Patricia Villanueva sobre la cultura histórica que poseemos y que también debe convertirse en algo perdurable y vivo para todos.

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Como curadora en un Museo ¿Por qué consideras necesario el conocimiento de nuestra prehistoria antes de la colonia incluso antes de los Incas?

Mi puesto en el MALI es el de Curadora de mediación y trabajo con el resto de curadores del museo en hacer que todos nuestros contenidoslleguen a los diferentes públicos de maneras efectivas, innovadoras y sobre todo relevantes a sus vidas.

Es importantísimo entender que la historia no es algo distante e irrelevante, llena de polvo o colgada en un muro en las sombras. Entender nuestra historia- toda nuestra historia- y ver hacia el pasado de manera reflexiva nos ayuda a entender mejor quienes somos como sociedad y como individuos. Se trata de entender aquello que consideramos “nuestra identidad” y cómo se ha formado y cómo se continúa formando. La identidad no solo es piel si no también es arte y territorio y lenguaje y también es la manera en que estos se transforman y cambian con el paso del tiempo.

¿Es una falta de respeto a nuestras culturas ancestrales el crear nuevas formas de expresión partiendo de su base?

Es una pregunta dura porque no sé por qué sería una falta de respeto si la idea no es borrar el pasado o nuestros elementos culturales; la idea es estudiarlos, conocerlos, preservarlos, entender cómo yporqué aparecen y partir de ahí para seguir construyendo una cultura de nuestros tiempos. La cultura debe entenderse como algo vivo que está en constante construcción no como un elemento pasivo. Nuestra cultura debe no solo hablar de nuestro pasado, si no debe hablar de nuestro presente, de quienes somos y de quienes aspiramos a ser.

¿Por qué deberíamos apropiarnos de nuestra propia cultura e historia?

Pues porque es nuestra. No es apropiación si nos consideramos peruanos y miembros de una gran y compleja familia. Una cosa es tomar algo y usarlo sin conocimiento de sus orígenes. En estos tiempos no hay excusa para la ignorancia. Siempre se puede preguntar o investigar un poco más. Asegurarse de saber el nombre de las cosas y sus proveniencias. Hay pocas cosas tan refrescantes como alguien joven que se dé el trabajo de estudiar y aprender acerca de su cultura y su pasado para de ahí preguntarsecuál es el lugar que estatiene en su vida, en sus cuestionamientos, en sus problemáticas. Dónde encaja esta riqueza cultural en el mundo que les ha tocado vivir. Y de ahí darle la vuelta y replantear. Pasa en el graffiti, en el baile, en la música, en el lenguaje. Con mejores y peores resultados como en todo, pero es un indicador que la cultura de un paísestá viva y latiendo.

Háblanos del libro “Incas: Una gran historia”

Este libro es el resultado de una alianza de Editorial Pichoncito y el MALI. Hemos trabajado casi 2 años en él y es un tomo que acompaña, más no depende de, la muestra”Los incas. Más allá de un imperio” que ha estado en exhibición en el MALI hasta el 16 de noviembre.

“Incas: Una gran historia” reúne documentos y ensayos realizados durante los últimos años por los más destacados historiadores, arqueólogos y antropólogos peruanos y extranjeros. La publicación presenta, a la luz de estas nuevas investigaciones, una visión más vanguardista del gran imperio de los hijos del Sol: sus orígenes, el auge y la caída del imperio; quiénes fueron los incas, qué construyeron, cómo administraron el Tahuantinsuyo, su vida cotidiana y por qué cesó de existir.

Ha sido un placer trabajar con el equipo de Pichoncito liderado por Adriana Roca, las ilustraciones con Melissa Siles y los textos junto a los curadores de la muestra, Cecilia Pardo, Julio Rucabado y Ricardo Kusunoki. Los textos pueden leerse en diferentes niveles lo cual lo hace perfecto para niños, padres y docentes, escritos con rigor académico, pero con un lenguaje ameno que cautivará a los niños y los invitará a sumergirse en la cultura y la grandeza de sus antepasados, cuyo legado ha sido reconocido como Patrimonio de la Humanidad. Creo que todos los involucrados hemos aprendido en el proceso, muchísimo sobre los incas y creo que hemos logrado contagiarleese asombro a las páginas que lo forman.

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