​Programa el museo va a tu casa: Alegoría del Monasterio de Santa Teresa en Arequipa

¿Sabías que… en Arequipa existe una pintura que, inspirada en un sueño, expresa la voluntad de Dios para que el Monasterio de Santa Teresa exista?

La Crónica del Monasterio de Carmelitas Descalzas de Santa Teresa, relata detalladamente el gran día en que el Monasterio comenzó su vida de oración. Esto fue el día 23 de noviembre de 1710, cuando en medio de una gran procesión, de la que participó prácticamente toda Arequipa, fueron trasladadas hasta el Monasterio las primeras religiosas que habitarían en Santa Teresa. Las monjas fundadoras habían llegado tiempo antes desde la ciudad de Cusco para este propósito.

Aquel 23 de noviembre, fue un día de gran fiesta para Arequipa.

DEMORA. Pero pasada la algarabía por la fundación del nuevo monasterio, la realidad preocupó a la Madre María Josefa del Espíritu Santo y Butron, primera Priora de Santa Teresa, pues la construcción del Monasterio no estaba del todo concluida, y entre otras incomodidades, las celdas aun no tenían puertas, lo que implicaba que el frío de la noche comenzara a enfermar a las religiosas.

La preocupación de la Priora por la salud de sus hermanas fue tal, que ella llegó a preguntarse si el haber hecho esta nueva fundación había sido una buena idea.

SUEÑO. Pero una noche, la Madre Priora soñó viendo una imagen de Cristo Crucificado, hacia cuya herida del costado volaban 21 palomas blancas. Al despertar, y según su propio relato, ella interpretó que el cuerpo de Cristo era el nuevo Monasterio, y que las 21 palomas ingresando al cuerpo, por la herida del costado, representaban a las religiosas carmelitas que ya venían ingresando a la clausura, lo que era una indicación positiva del Cielo para seguir adelante con la vida del nuevo Monasterio.

Esto renovó sus fuerzas para continuar trabajando en terminar el Monasterio, y hoy, tres siglos después, el Monasterio de Santa Teresa sigue viviendo y sus religiosas están en constante oración por el bienestar de todos.

En este cuadro, la imagen de Cristo, con faldellín de encaje, recuerda claramente al Señor de los Temblores, que tiene gran veneración en el Cusco, por lo que no se descarta que el desconocido autor del lienzo, haya sido un pintor cusqueño. También es posible que la pintura haya llegado del Cusco, como representación del Señor de los Temblores, antes del sueño de la Priora, y que ella haya mandado a algún pintor local el agregar las 21 palomas al lienzo. En la pintura figuran la Virgen María, San Juan y Santa María Magdalena, completando la escena del calvario.

Dato. Este interesante lienzo está en la Primera Sala de la Vida Cotidiana del Museo de Arte Virreinal de Santa Teresa.