Las amas de casa se las ingenian para seguir cocinando. (Foto: Omar Cruz)
Las amas de casa se las ingenian para seguir cocinando. (Foto: Omar Cruz)

Sube el y los productos de primera necesidad, pero quienes más sienten el incremento de precios son los que menos tienen. En la San Pablo de los Pioneros, situada en la parte alta del distrito de Cayma, reemplazaron la carne por los huesos al momento de preparar los alimentos, al menos cuatro veces a la semana.

“A falta de carne utilizamos los huesos. Hay una carnicería en el distrito de Yanahuara donde conseguimos los huesos. Allí venden carne de calidad por la gente pudiente que vive allí y les queda el hueso. Como es de res es bien concentradito y sobre todo es limpio”, contó Gregoria Quispe Monroy, presidenta de la olla común San Pablo de los Pioneros.

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Usan otros insumos

No obstante, los huesos no son donados, pero si los venden a dos soles el kilo y a diario utilizan al menos 10 kilos para preparar caldos con quinua, morón y hasta de lentejas con bastante verdura, huevo y leche.

“Al día compro 20 soles de huesos, felizmente hemos encontrado ese mercado donde venden los huesos de res. Allí mismo compro algo de carne y menudencia para disimular en el menú que se prepara. El hueso da sabor y es nutritivo también. Utilizamos los huesos cuatro días a la semana, pero una vez a la semana se hace un plato especial, como por ejemplo tallarines con queso y su papa”, señaló.

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Padecieron por la pandemia

Gregoria Quispe recuerda que la gente de la parte alta del distrito de Cayma sufrió de comida en el inicio de la pandemia de la COVID-19 y veía en los techos banderas blancas. Así es como las mujeres del barrio de la asociación de vivienda Pioneros se organizaron para cocinar en un inmueble que fue cedido por una vecina.

“En el inicio hemos llegado a preparar 400 platos al día, la gente de moría de hambre, pero en abril y mayo de este año bajamos a 100 platos y desde hace más de un mes se elevó el número de comensales a 180. La gente dice que los víveres han subido”, apuntó.

Por el momento, el único apoyo constante es el otorgado por el padre Alex de la parroquia Santa Elena de Cayma. “El padre es de Malta, es el párroco de la parte alta del distrito de Cayma. Nos está apoyando a 18 , pero a partir de ahora apoya a 20 ollas. Cada jueves reparte los víveres. Desde abril de este año el municipio de Cayma nos entrega un kit de alimentos”, señaló.