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“Cuenta con los internos del penal. Dicen que tenemos odio, rencor y eso es mentira, nosotros también tenemos amor y familia”, fueron las primeras palabras de apoyo emocional que el preso Orlando Hilario expresó a Olinda Tapia Champi (65), quien acaba de perder a su nieto Juan Valdivia Quispe (22) por una penosa enfermedad.

COLECTA. Los internos del penal de varones de Arequipa atendieron el llamado de Olinda Tapia, quien días atrás solicitó a través de Correo el apoyo de la ciudadanía para salvar la vida de su nieto, quien padecía de parálisis cerebral en el hospital Goyeneche.

Aunque el joven falleció el lunes, la mañana de ayer los delegados de los internos entregaron a la mujer siete sobres cerrados con dinero recogido en las colectas que hicieron en sus pabellones.

Esto hace ver nuestra voluntad de cambio”, afirmó el coordinador de la campaña, Arnul Salvador.

Otro de los presos recordó que nunca es tarde para apoyar, mientras que su compañero resaltó que buscan la reinserción social.

La anciana dijo que usará lo recibido para pagar los gastos de sepelio. Además, aseguró que oraría por los internos pues “encontró la ayuda donde menos lo esperaba”.

Según los trabajadores del Inpe, los presos acostumbran hacer acciones de solidaridad.

HISTORIA. El joven Valdivia Quispe luchó por su vida 2 años y 5 meses, luego que, el 16 de noviembre del 2012, un auto lo atropelló en la Av. Independencia.

“Desde esa fecha, yo no supe lo que era dormir”, manifestó su abuela entre lágrimas.

Juanito, como lo llamaba, saludaba solo con los ojos, pero no hablaba. La neumonía aspirativa que sufría acabó con su vida.

Sueños. A Juanito le faltaba poco para terminar su carrera de maquinaria pesada. Su sueño era trabajar, comprar una casa para su padre y hermanos.

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