La fé y el amor a Dios puede manifestarse de diversas maneras, pero quizá la más admirable es la de ofrecer su vida y ponerse a su servicio predicando sus enseñanzas. En ese lugar encontramos a los religiosos quienes tienen una preparación especial que contempla renunciar a la vida cotidiana y hasta a la familia.

En Arequipa cada año se ordenan cerca de 8 sacerdotes que han tenido una preparación de más de 10 años que van desde el estudio en los seminarios como las misiones fuera de la ciudad y un año como diáconos. Solo así llegan a recibirse como sacerdotes.

El sábado 10 de agosto en la Basílica Catedral el Monseñor Javier Del Río Alba, Arzobispo de Arequipa y su Obispo Auxiliar, Monseños Raúl Chau Quispe, oficiaron la misa de Ordenación Diaconal de siete seminaristas.

Los diáconos fueron: Edgar Andrés Ancasi Alfaro, Pedro Ávila Gómez, Josué Enrique Castillo Cerdeña, Carlos Francisco Manuel Flores Araoz, Juan Sebastián Portela León, Pablo Giovanni Quispe Méndez y Juan Bernardo Cerpa Retamoso.

"Es el regalo más grande de Dios, no pensé que mi único hijo iba unirse a la vida católica de esa manera como diácono. Recuerdo que cuando era niño siempre rezaba, en algún tiempo estuve enferma y solía orar a mi lado", comentó Luz de Ortíz, madre de Juan Bernardo.

La Catedral albergó a cientos de familiares y amigos de los diáconos quienes al final de la misa los despidieron en medio de aplausos y muestras de cariño.