La mayoría de los casos han sido catalogados como feminicidios luego de establecerse la relación que tenía la víctima con su atacante, como el que ocurrió ayer en el distrito de Alto Selva Alegre, donde el agresor intentó suicidarse. (Foto: GEC)
La mayoría de los casos han sido catalogados como feminicidios luego de establecerse la relación que tenía la víctima con su atacante, como el que ocurrió ayer en el distrito de Alto Selva Alegre, donde el agresor intentó suicidarse. (Foto: GEC)

Siete mujeres han perdido la vida a manos de quienes fueron sus parejas sentimentales en Arequipa. El año no ha terminado y la desgarradora cifra está por equipararse a los ocho ocurridos durante el 2021 que colocaron a la región como la segunda en el país, después de , con el mayor número de .

Erika Quispe Huamaní (34) es la última víctima y fue asesinada de dos cuchilladas tras ser atacada en el distrito de Alto Selva Alegre (ASA) por su expareja Jerber Quintanilla Palma (34),  quien intentó quitarse la vida, utilizando  la misma arma.

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Minutos antes de las 9:30 horas de ayer, el obrero citó a Erika para encontrarse en la losa deportiva de Juan Velasco Alvarado, que está ubicada a un costado del colegio Divino Niño  del sector de Pampas de Polanco. La cámara de seguridad de una vivienda registró el momento en el que ambos ingresan a la canchita de fulbito a pedido del agresor.

Minutos después y a espaldas de uno de los arcos, Erika comenzó a gritar y fue escuchada por uno de los vecinos del lugar. Tras los gritos,  la mujer cayó, había sido acuchillada dos veces en el abdomen. Jerber, su agresor,  huyó del lugar corriendo.

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Los testigos pidieron el auxilio del serenazgo de Alto Selva Alegre y con apoyo de sus familiares trasladaron a la víctima hacia el hospital Carlos Alberto Seguin Escobedo de EsSalud donde llegó sin signos vitales

Jerbert fue perseguido por serenos y la Policía durante un kilómetro hasta  llegar a los campos de cultivo aledaños a la central de energía de Egasa en el valle de Chilina.  Uno de los efectivos que lo persiguió desenfundó su arma para conminarlo a que se detenga  y arroje el cuchillo que llevaba en la mano derecha. Quintanilla no tuvo más opción que obedecer a la orden y también tuvo que ser auxiliado hacia el hospital Honorio Delgado, pues tenía cortes en el cuello, en las extremidades superiores y una herida punzo penetrante en el abdomen, al parecer habría intentado suicidarse.

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No quiero vivir”, les respondió a los médicos del área de Trauma Shock del hospital regional cuando le explicaron que debía ser operado para cerrarle las heridas.

Jerbert es consciente de lo que hizo y de lo que le espera. Tras el ataque que provocó la muerte de su expareja, los detectives de Homicidios de la Divincri, se hicieron cargo de las investigaciones para establecer el móvil del feminicidio.