GF Default - Imported ANS Video id=8fad72e5-655c-428e-943a-9ce73bbf09d3
GF Default - Imported ANS Video id=8fad72e5-655c-428e-943a-9ce73bbf09d3

Encontrar un amor en febrero es una empresa complicada y nada romántica. Música estridente y bailongos hasta el amanecer pueden ser algunas de las estratagemas más usadas en estos días. Estas acciones han creado una brecha tan enorme con el pasado, que sería en el presente inverosímil imaginar que hoy se pueda enamorar con una plato de comida a base de queso, cebolla, habas y maíz. “Mamá contaba que el amor lo encontraban “las doncellas”, con el soltero de queso”, expresó Gladis Ballón Salas, hija de la desaparecida “Lucila” Salas.

Era febrero y el sonar de las campanas anunciaba al pueblo de Sachaca que los arrieros ingresaban a la ciudad. “Tilín”, Tilín” era el sonido ya conocido por los lugareños que rápidamente se reunían en la plaza de Sachaca para intercambiar o negociar productos. Los hombres realizaban este acto mientras que las mujeres solteras y sin ningún compromiso, se acercaban a los arrieros solteros y les ofrecían comida.

Esta acción quedaría en el tiempo y tomaría el nombre de “Soltero de queso”, debido a que los visitantes quedaban enamorados de los yaravíes y la comida, al punto de tomar la decisión más difícil de su vida, casarse. Ayer, se recordó esta historia en el parque Selva Alegre cuando Gladis Ballón, una de las cinco hijas de la Lucila, preparó el plato. “Cuando uno prepara esto debe tener un buen queso, nosotros lo traemos de Pampacolca”, expresó mientras atendía a un imposible público de contar que se aproximaba a su puesto de comida. La Municipalidad Provincial de Arequipa, a través de la subgerencia de Relaciones Exteriores a cargo de Carlos Sánchez, organizó este evento gastronómico con 13 stands dedicados al especial plato de comida. Si bien es cierto el amor es hoy casi imposible que llegue a través del estómago, es factible que una tradición pueda unir más a los arequipeños en un amor por su tierra y sus tradiciones.