Venta de pasajes se realizó con normalidad. Algunos transportistas de miniván sacaron provecho a medida de lucha de los conductores de carga pesada. (Foto: GEC)
Venta de pasajes se realizó con normalidad. Algunos transportistas de miniván sacaron provecho a medida de lucha de los conductores de carga pesada. (Foto: GEC)

Las empresas de transporte del terminal terrestre vendieron ayer pasajes con normalidad a diferentes destinos, pese a que se reportaron bloqueo de vías en Juliaca (Puno), Espinar (Cusco), Ica, Abancay, entre otros. Los transportistas interprovinciales de pasajeros afirmaron el 24 de marzo que no se sumarían al paro nacional indefinido que anunciaron los conductores del .

Mario Lobón, secretario regional de transporte interprovincial en Arequipa, informó que no fueron convocados y que tienen un pliego de reclamos a nivel nacional con el Ejecutivo.

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No vamos a acatar al paro indefinido de transportes. Tenemos nuestro pliego de reclamos a nivel nacional con el Ejecutivo, tenemos un acta firmada el 26 de octubre del 2021. Nuestros interés es la rebaja del precio del diesel (petróleo), selectivo al consumo, mejoramiento de vías y otros puntos”, afirmó.

El dirigente informó que el transporte informal creció en 60% durante la pandemia de la y abarcan el 75% del mercado en la región de Arequipa.

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Algunos buses de empresas formales salen hasta con 15 pasajeros. Nosotros pagamos impuestos, los trabajadores en planillas y las autoridades como la Sutran y los fiscalizadores del Gobierno Regional no hacen nada para controlar a los informales”, señaló.

Lobón afirmó que de 76 solo 26 empresas permanecen en el terminal terrestre y otros dejaron de prestar servicio desde octubre (2021). “En pandemia nosotros hemos cerrado, pero ellos no, dijo.

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No obstante, quienes sacaron provecho de la desesperación de los pasajeros fueron algunos conductores de minivan que realizaron rutas a las ciudades de Juliaca, Chivay, Mollendo, y Moquegua. El costo se elevó entre cinco y 10 soles más de lo normal. Otro grupo de transportistas informales optaron no salir, en su mayoría en apoyo de los conductores de carga pesada que realizaron las marchas rodantes.