Capilla Nuestro Señor del Refugio se encuentra en la calle Álvarez Thomas N° 309, en el Centro Histórico de Arequipa. Foto: Difusión.
Capilla Nuestro Señor del Refugio se encuentra en la calle Álvarez Thomas N° 309, en el Centro Histórico de Arequipa. Foto: Difusión.

POR: BORIS DEL CARPIO

La riqueza monumental religiosa de Arequipa es uno de sus mayores atractivos, por el valor histórico que encierran muchos de sus templos. Localizada en la calle Álvarez Thomas 309, la antiguamente denominada Capilla de Los Ejercicios, hoy conocida como la capilla Nuestro Señor del Refugio, es un templo católico del siglo XVIII. Como manifiesta el bachiller en historia, Fabio Valdivia García: “La capilla funcionó como parte de una casa de ejercicios espirituales para el uso exclusivo de las mujeres de la época. La casa estuvo dirigida por los padres de la Compañía de Jesús, desde mediados del siglo XVIII, hasta la expulsión de la orden de España y sus colonias, en el año 1767”.

NAVE CON CUATRO ALTARES

La fachada de la capilla está construida con sillar blanco. Como un ornamento principal, lleva el monograma del nombre de Jesucristo (IHS) en una figura de altorrelieve. Asimismo, remata en una espadaña o campanario, un elemento arquitectónico que permite colgar campanas de forma contigua, que también se halla presente en otros templos tradicionales de la ciudad, como el San Lázaro, la del Cerrito San Vicente, en Yanahuara, y la del Centro de Educación Básica Especial (CEBE) Nuestra Señora del Pilar, de la avenida Zamácola, también en Yanahuara, entre otros.

El interior de la capilla es una nave con el tradicional techo de bóveda. El imponente altar mayor es de estilo neoclásico y se halla decorado con papel platino de color dorado. En su hornacina central se encuentra entronizado un bello Cristo crucificado (en su advocación del Señor del Refugio), acompañado de la Santísima Virgen Dolorosa y san Juan Apóstol. La devoción a este Cristo alcanzó su mayor apogeo a mediados del siglo XX y se festejaba durante los últimos días del mes de agosto o los primeros de septiembre, según se establecía cada año.

A lo largo de la nave, se distribuyen cuatro altares menores. El primero de ellos es el del Sagrado Corazón de Jesús. Alberga una gran y hermosa talla de El Salvador con la mirada de frente, señalando su corazón y con tres potencias doradas sobre la cabeza. Luego, el altar de Nuestra Señora de la Merced. Esta efigie de la Madre de Cristo fue recientemente restaurada y es venerada por los vecinos del pasaje Las Mercedes (cercano a la avenida La Marina), el segundo domingo de octubre de cada año.

JOYAS RELIGIOSAS

El tercer altar viene a ser el de San Juan de Dios. La imagen de este personaje granadino lo muestra con la mirada al cielo, llevando un crucifijo en la mano derecha. Finalmente, está el altar de la Sagrada Familia: dos tallas de origen colonial, con vestimenta ricamente decorada, representan a la Virgen y a San José, cuyos rostros amables están contemplando a su hijo.

Hay que destacar que la capilla cuenta con un órgano o melodio, que fuera propiedad de la Sociedad Musical de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro de Arequipa; una pequeña talla de Nuestra Señora de la Altagracia, resguardada en la sacristía, y un par de cuadros que retratan a la Santísima Virgen del Refugio y al patriarca san José al estilo de la escuela cusqueña. El reverendo presbítero Marcos Alarcón Vásquez es el actual capellán y custodio principal de este templo, una pequeña muestra de la riqueza religiosa y patrimonial de la ciudad.

DATO

La gente visita este templo, principalmente los fines de semana, el cual les brinda paz consigo mismo y con en el entorno.

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