Son necesarias para evitar enfermedades por bajas temperaturas. Foto: GEC.
Son necesarias para evitar enfermedades por bajas temperaturas. Foto: GEC.

Cada año, alrededor de 200 mil personas son vacunadas en la región Arequipa contra el virus de la influenza estacional para combatir las infecciones respiratorias durante la época de frío; sin embargo, la protección de la población, sobre todo infantil y adultos mayores, lleva varias semanas de retraso debido a la poca distribución de las dosis por problemas de abastecimiento desde el nivel central.

Fuentes consultadas en la Gerencia Regional de Salud, indicaron que normalmente el primer lote de estas vacunas ingresa al almacén en marzo para luego distribuirlas y comenzar la vacunación desde el primer día de abril.

Este año el primer lote de vacunas recién ingresó el 23 de abril, pero no fue significativo, fueron 13 mil dosis que principalmente se utilizaron tres días después en la campaña de la “Vacunación de las Américas” que tuvo por objetivo inmunizar a 38 mil personas en la región contra diversas enfermedades.

Días antes de mayo, el Centro Nacional de Abastecimiento de Recursos Estratégicos en Salud (Cenares) hizo una segunda remesa de 25 mil dosis que se distribuyeron y colocaron a los interesados. No fue suficiente, ya que durante las dos últimas semanas no hubo vacunas en todos los centros de salud ni hospitales, motivando la queja y el reclamo de los usuarios.

FALTA DE AGUJAS

El último miércoles, el Cenares recién hizo la tercera entrega de 80 mil dosis de vacunas contra la influenza que desde ayer solo estaban disponibles en los hospitales Honorio Delgado Espinoza y Goyeneche, en los siguientes días se continuará distribuyendo las dosis a los centros de atención del primer nivel.

De este lote, 30 mil vacunas forman parte de los 1.5 millones de dosis que estuvieron guardadas desde abril en los almacenes del Cenares y que no podían usarse por la ausencia del insumo básico que permite su aplicación como son las agujas.

Pese a este problema, la Geresa las requirió al nivel central por la demanda existente y aquí, en Arequipa, se ha tenido que solucionar con la Diremid la falta de las agujas hipodérmicas para poder usarlas.

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