La construcción de la Variante de Uchumayo en vez de ser una solución al tránsito de vehículos sería un problema, lo que generaría más de un dolor de cabeza para la gestión de Elmer Cáceres Llica.
Sobre este hecho, la empresa constructora y la supervisión de la obra responsabilizan al expediente técnico, ya que solo consideró la recolección de las aguas pluviales hasta la caja 19, pero no prevé su evacuación a otra zona como una acequia o río.
A esto se suma que dentro de la obra no se ha contemplado el empalme con el drenaje que provienen del distrito de Cerro Colorado (Semi Rural Pachacútec), poniendo en riesgo la infraestructura.
PELIGRO. Actualmente, como se ejecuta la obra de la Variante de Uchumayo, representa un peligro para los conductores que usarán la pista, debido a que en la vía principal se han detectado 8 puntos con desniveles de 1,50 a 2 cm, lo que ocasionaría accidentes entre los vehículos que usarán el zanjón e irán a más de 60 kilómetros por hora. Además se encontraron rajaduras, lo que provocará que la estructura reciba mantenimiento en un menor plazo.
PEATONES. Las más de 10 mil personas que usan el puente peatonal de Fátima corren el riesgo de sufrir algún accidente, ya que se detectaron dos fisuras de 1.60 m y de 1.50 m a lo largo de la estructura. Además, presenta cangrejas (construcción dañada).
EXPLICACIÓN. Correo buscó a Wilson Quispe, quien es residente de la obra, para que explicara si se han tomado las observaciones presentadas por la Contraloría General de la República, pero los trabajadores manifestaron que no se encontraba en la zona.
"Lo que determinará si hacen caso o no a las observaciones será el control posterior que hará la Contraloría y ahí conoceremos cual es la responsabilidad de está gestión", indicó Hancco.