Contrariamente a lo que se esperaba, la violencia contra la mujer e integrantes del grupo familiar aumenta cada vez más en Arequipa. En lo que va del año 2023, son más de 23 mil casos registrados en la región, situación que no denota un mejor panorama a comparación del año pasado, según explicó la fiscal superior María del Rosario Lozada Sotomayor, quien lidera el Despacho de la Fiscalía Superior Especializada en Violencia Contra la Mujer en Arequipa.
La gravedad del problema escala, a tal punto, que el Programa Nacional para la Prevención y Erradicación de la Violencia contra las Mujeres e Integrantes del Grupo Familiar - Aurora, reportó hasta septiembre de este año, 12 mil 866 casos atendidos en los 24 Centros de Emergencia Mujer de Arequipa (CEM). En estos recientes registros, se observa que la violencia psicológica es la más común, dado que agrupa al 51.6% de casos.
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Le sigue la violencia física con 33.4%, la violencia sexual con 14.7% y la violencia económica con 0.4%. La mayor parte de víctimas son de sexo femenino (80.5%); mientras que, con menor proporción, un 19.5% de víctimas son hombres. La edad con mayor vulnerabilidad es de 18 a 59 años y de 0 a 17 años con un 52.7% y 40% respectivamente.
Sin embargo, estas cifras no hacen, sino traducir un problema que está arraigado en la estructura de la sociedad arequipeña desde hace varias décadas. Así, Lozada explicó que el machismo continúa impactando negativamente en la sociedad y su permanencia es de carácter generacional. “Hablamos de personas mayores de 40 y 50 años, esto tenemos que ir cambiando”, explicó.
Lamentablemente, estos factores sociales han dejado como saldo la ocurrencia de 18 feminicidios en lo que va del año, situación que supera en más del 60% a los casos reportados durante el año 2022. Y aunque todos los feminicidios cursan un proceso de investigación por parte del Ministerio Público, sólo en 9 se ha logrado la prisión preventiva para el presunto agresor.
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Lozada Sotomayor detalló que, de los 9 casos restantes, se sabe que en 2 se buscó la prisión preliminar para el agresor, empero, estos han fugado y la responsabilidad de su captura recae en la Policía Nacional del Perú (PNP). En tanto, otras investigaciones se han tipificado como tentativa de feminicidio y las investigaciones continúan sin el requerimiento de prisión preventiva.
Aunque este panorama genera preocupación, no es el único inconveniente que hay en el Ministerio Público. La falta de laboratorios para obtener investigaciones céleres es uno de los principales problemas en el Instituto de Medicina Legal de Arequipa. Este factor podría afectar la celeridad en el proceso del juicio oral.
“Necesitamos un laboratorio de ADN en Arequipa. Necesitamos acceder a los teléfonos celulares que se encuentren en la zona del delito para poder leer el (contenido) teléfono celular, actualmente tenemos que mandar todo a Lima, esos tiempos, son tiempos muertos, hablamos a veces de un año”, señaló agregando que este problema se presenta incluso en el feminicidio de la universitaria A.P.V.R., quien fue muerta de más de 30 puñaladas en la UNSA.
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