Fenómenos climáticos genera grandes pérdidas
Fenómenos climáticos genera grandes pérdidas

Los agricultores de Huanta y Víctor Fajardo son las primeros en lo que va del 2016 que han reportado severos daños a sus cultivos transitorios a consecuencia de los fenómenos climáticos adversos.

En el primer caso, ubicado al norte de la región Ayacucho, una intensa granizada devastó gran parte de los cultivos que fueron sembrados en el distrito de Santilllana; mientras más al sur, en Huancapi, la falta de lluvias viene secando los principales sembríos.

Los pobladores viven momentos tensos, porque temen perder todo su capital si esta situación continúa, asimismo, peligra el normal abastecimiento de alimentos a los principales mercados de la ciudad.

Pérdidas. Razones no falta, porque según las estadísticas de la Dirección de Información Agraria y Estudios Económicos (DIA), desde el inicio de la campaña agrícola 2015 – 2016, la superficie de cultivos que se perdieron por los embates de la naturaleza ya superan las 620 hectáreas.

Y justamente los fenómenos más perjudiciales son la sequía y la granizada, los cuales han sido más agresivos en las provincias de Cangallo, Huanta, La Mar, Víctor Fajardo y Vilcashuamán. Asimismo, la extensión de la superficie sembrada que fue afectada bordea los 6 mil 316 hectáreas.

Los productos más afectados durante estos últimos meses se encuentra el maíz amiláceo con 273 hectáreas perdidas, seguido por la quinua que para esta campaña se cosechará 175 hectáreas menos y en cuanto a la papa ya van 88 hectáreas menos.

De acuerdo a algunos agricultores, como el caso de Huanta, la presente “Campaña Grande” ha sido todo un dolor de cabeza y por ello en algunos casos simplemente no decidieron sembrar.

Lo mismo mencionaron los representantes de las cooperativas agrarias que fueron creadas en Huamanga para mejorar la producción de la quinua, donde se tiene conocimiento que por la falta de precipitaciones ya se habrían perdido hasta el 30% de sus cultivos.

Ya que en la actualidad los cultivos transitorios más vulnerados son parte de los productos de primera necesidad, entre ellos la papa, quinua, cebada, maíz amiláceo, haba y el trigo.