La Apascha y su gran utilidad en las mujeres ayacuchanas
La Apascha y su gran utilidad en las mujeres ayacuchanas

La Apascha, manta que sirve a las mujeres ayacuchanas para diversas actividades domésticas y de trabajo se ha ganado el cariño de propios y extraños por su tradición; por ello, fue declarada en julio del 2014, por el Ministerio de Cultura, como Patrimonio Cultural de la Nación.

Esta prenda de gran utilidad y de alto valor cultural en las provincias sureñas de Parinaccochas, Paucar del Sara Sara y una parte de Lucanas, llega de una importante exposición en Lima a nuestra ciudad para deslumbrar con su colorida belleza.

Un telar de cintura es necesario para la elaboración de la Apascha, donde las tejedoras fabrican los ovillos de lana a base de la fibra de vicuña y alpaca y para conseguir el teñido de los hilos se hace uso de la cochinilla y plantas de la zona.

Los colores que predomina y dan vida a los tejidos de la manta es el rojo, que simboliza la unidad de sangre y familia, mientras el verde a la siembra y la tierra; asimismo, las medidas típicas van de 120 centímetros de largo a ocho de ancho.

El origen del nombre se encuentra en la palabra quechua ‘apay’ que significa llevar y es utilizado en su mayoría por la mujeres, quienes la cuelgan del cuello, de la cabeza y por encima del tórax, lo que permite la libertad en las manos y mayor comodidad para otros quehaceres.

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