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Tienen más de 80 años, pero un grupo de ancianos realizó trabajos de limpieza y mantenimiento de un pasaje público y parte de un jardín abandonado de la Beneficencia Pública de 

Vecinos de las calles aledañas denunciaron un presunto abuso, ya que aseguran que se les habría estado obligando a trabajar de lo contrario no iban a recibir sus raciones diarias en el comedor. Pese a su avanzada edad, tuvieron que coger su pala y escoba para poder desarrollar las labores que debería efectuar el personal de la Municipalidad Provincial de Casma o personal de la beneficencia. 

“La presidenta nos dijo que apoyemos a mejorar el huerto, aquí vamos a sembrar verduras para poder comer”, comenta Marcelo Ramos, quien a sus 92 años se encontraba con lampa en mano limpiando el jardín y se quejaba de algunos dolores en sus brazos. 

Por su parte personal de la Beneficencia explicó que los mismos usuarios se han ofrecido a realizar las labores de limpieza como una manera de sentirse útil y desmintió que los estén obligando. Hace algunos días se han presentado diversas quejas de algunos usuarios por el recorte de sus raciones diarias en el comedor social de dicha institución. 

La decisión resulta polémica, toda vez que a pesar de las ganas de los caballeros, por un criterio lógico y debido a su avanzada edad, no estarían para realizar trabajos tan pesados. Los ancianos usuarios del comedor son personas que no tienen familia, muchos viven en estado de abandono y no hay nadie que pueda apoyarlos en reclamar sus derechos. Por necesidad se ven obligados a acatar cualquier orden que se les encomiende.

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