Chicha morada habría ocasionado intoxicación

“A las nueve de la noche (del sábado último) comencé a sentirme mal y tuve que caminar para buscar atención médica. No podía caminar porque me dolían mis pulmones, no podía respirar. Cada que respiraba me hincaba”, relata Judith Azado (29), sentada en una silla de ruedas, en el pasadizo del área de emergencia del hospital regional Eleazar Guzmán Barrón del distrito de Nuevo Chimbote. “Gracias a Dios estamos bien”, añade la paciente.

Esta mujer es una más de 30 personas que el último fin de semana se intoxicaron después de consumir alimentos durante una actividad organizada por la iglesia evangélica “Maranatha”, en el centro poblado de Colcap, situada en el distrito de Cáceres del Perú, de la provincia ancashina del Santa.

MALESTAR Y VIAJE. Judith Azado detalla que el mediodía del sábado último, luego del culto, departió con otras personas el almuerzo que había organizado la comunidad religiosa, consistente en pato, arroz, menestra y chicha morada.

Culminada la actividad, se dirigió a su vivienda ubicada a una casi una hora de Colcap sin presentar signos de enfermedad.

Recién en horas de la noche, refiere la paciente, empezó a sentir fuertes dolores estomacales, los cuales al tornarse insoportables la conllevaron a salir de su casa y buscar atención médica. Pese a su malestar, tuvo que caminar bastante hasta encontrar algún medio de transporte.

Es así cómo logró llegar hasta el pueblo de Jimbe, donde pudo coger un bus que la trajese a Nuevo Chimbote.

“Más que todo la dificultad fue salir de arriba porque yo vivo en una zona apartada de Colcap, y no hay movilidad. Yo he venido caminando desde mi casa, pese a que sentía todos los dolores”, expresa Judith Azado, mientras recibe un tratamiento de suero intravenoso, en el nosocomio sureño.

Otro afectado por la intoxicación masiva es Anacleto Bailón (68), quien sostiene que también comenzó a sentirse mal la noche del sábado último, varias horas después de haber consumido pato con chicha morada que se entregó en la actividad de su iglesia.

“No puedo asegurar a qué se ha debido esto. Después del almuerzo todos hemos estado bien. Yo me he sentido mal en la noche. Me empezó a dar vómitos y diarrea”, sostiene el sexagenario, uno de los quince pacientes que hasta la mañana de ayer permanecía internado en el hospital de Nuevo Chimbote.

Según algunos pacientes, la iglesia evangélica “Maranatha” organizó este almuerzo para festejar suaniversario, al cual acudieron personas de otras ciudades como Lima y Tumbes. Los mismos integrantes de esta congregación fueron los encargados de preparar el arroz con pato y la chica morada que se entregó.

VÍCTIMA MORTAL. De las 29 personas que llegaron al nosocomio sureño tras sufrir la intoxicación, una de ellas perdió la vida la noche del domingo último. Se trata de Martha Luna Castillo (60).

José Regalado Luna señala que su madre ayudó, junto a otros familiares, en la preparación de los alimentos, por lo que presume que algún ingrediente habría estado contaminado.

“Nos sentimos apenados por esta tragedia que ha pasado, pero queremos saber qué ha pasado”, señala.

El pariente refiere que preliminarmente se ha conocido que algunas personas que no consumieron la chica morada, no han presentado malestar.

“Estamos viendo que hay un joven que no ha tomado chicha, y está bien, está normal; y los que han comido todo, están enfermos”, indica.

La hipótesis de que algún ingrediente que se usó para preparar la chicha morada habría estado contaminado cobra fuerza, debido a que la afectada Judith Azado también señala que su esposo e hijos consumieron el plato a base de pato, mas no el refresco, y no enfermaron.

“Cuando me fui a mi casa, yo llevé un poco de comida para mi esposo y no le hizo daño. Él y mis hijos comieron y no les pasó nada. Dicen que los que no han tomado chicha no les hizo mal. Mis familiares no tomaron chicha”, es el testimonio de la mujer.

RECUPERACIÓN. El director adjunto del hospital regional Eleazar Guzmán Barrón, Roger Pereda Flores, indicó la mañana de ayer que la mayoría de pacientes que fueron afectados por la intoxicación respondieron favorablemente al tratamiento que se les brindó en el nosocomio.

Detalló que todos sufrieron una intoxicación alimentaria, conocida como gastroenterocolitis, tras haber consumido un alimento en común.

“A todos los pacientes que vienen aquí se le hacen los análisis que necesitan para valorar con mayor certeza las causas de su problema, pero del punto de vista epidemiológico, todos tienen el común denominador de haber compartido alimentos y luego de lo cual presentan todos los síntomas que los han traido a este hospital”, señaló.

Respecto al caso de la mujer que falleció, el galeno mencionó que en este tipo de casos también influye la edad del paciente y su estado de salud.

“La severidad del cuadro, o sea mucho tiene que ver la edad, es diferente un joven o un niño que una persona de la tercera edad”, indicó.

Detalló que los exámenes de laboratorio que se están realizando ayudarán a esclarecer las causas de la intoxicación.

“Hay que esperar los resultados de los procedimientos que han hecho los médicos. Por ahora no se sabe con exactitud cuál sería la causa, pero desde el punto de vista epidemiológico mucho tiene que ver con la concurrencia a un determinado lugar, el compartir todos los mismo”, expresó.