Agentes de la USE son delatados por otro implicado en el asalto a tienda Kallka, de donde se llevaron 40 celulares y equipos electrónicos.
Agentes de la USE son delatados por otro implicado en el asalto a tienda Kallka, de donde se llevaron 40 celulares y equipos electrónicos.

Dos suboficiales de la Unidad de Servicios Especiales (USE) de la Policía Nacional y un civil fueron detenidos por sus propios colegas, acusados de haber participado en el asalto a la tienda Kallka, de donde se llevaron 40 teléfonos celulares y otros equipos electrónicos valorizados en 80 mil soles, el pasado 23 de setiembre, en la ciudad de .

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Los agentes del orden Wiliam Segundo Méndez Suero (26) y James Yampier Chávez Sánchez (32) están detenidos en el Departamento de Investigación Criminal de Chimbote (Depincri), pues fueron delatados por Javier Enrique Díaz Alegre, también detenido y uno de los sujetos que participó en el atraco.

Las cámaras de seguridad del establecimiento comercial, ubicado en la esquina de la avenida José Pardo y el jirón Sucre, en Chimbote, captaron el momento en que dos delincuentes aprovechan que los trabajadores abrieron la puerta del establecimiento para empujarlos y amarrarlos.

Una vez adentro, los facinerosos abrieron las vitrinas y llenaron los 40 celulares y diversos equipos de cómputo, valorizados en más de 80 mil soles, en una mochila y un maletín.

La punta de la madeja

Los agentes del Depincri lograron establecer la identidad del primer sospechoso: Javier Enrique Díaz Alegre (21) “El Gato”.

Este sujeto fue atrapado cuando se retiraba en un vehículo del parque de patinaje de la urbanización El Acero, donde habría estado ofreciendo en venta los equipos robados.

“El Gato” pudo ser identificado gracias a que todos sus movimientos fueron captados por la cámara de seguridad de la tienda asaltada.

Después de este sujeto, fueron intervenidos los suboficiales William Segundo Méndez Suero (26) y James Yampier Chávez Sánchez (32), quienes trabajan en la Unidad de Servicios Especiales (USE).

Trascendió que el primero habría proporcionado su arma a uno de los delincuentes, y el segundo habría informado que no había patrullaje en la zona y la hora en que abría la tienda.

Ambos fueron puestos a disposición de las autoridades inmediatamente después de haber participado en el desalojo del sábado último en el balneario Tortugas.

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