El sector empresarial de la provincia del Santa, en la región Áncash, se mostró preocupado por las consecuencias de disturbios y bloqueos de carreteras que podrían registrarse a propósito de la “Tercera Toma de Lima”, programada para el próximo miércoles 19 de julio. En tanto, el obispo de Chimbote se manifestó en contra de acciones que afecten el derecho al trabajo, la salud y la educación de la población e invocó al diálogo para buscar soluciones a la crisis política que enfrenta el país.

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El director de la Cámara de Comercio y Producción de la Provincia del Santa, Luis Rengifo Castañeda, se mostró preocupado por las consecuencias de nuevas manifestaciones políticas.

“Me parece que no estamos en el momento para estar haciendo esas paralizaciones que hacen mucho daño al país. Depende del pueblo que no le demos interés a esto y sigamos trabajando”, expresó.

Añadió que las protestas registradas a inicios de año significaron un duro golpe para diversas empresas y pusieron en riesgo cientos de puestos de trabajo.

“Yo soy un empresario transportista, tengo más de 100 buses y estuvimos muy preocupados por las paralizaciones. Esto hace daño económicamente, mi empresa tiene más de 500 trabajadores y estuvimos muy afectados, espero que no se vuelva a repetir”, mencionó.

Como se recuerda, a principio de 2023 los manifestantes bloquearon diversos tramos de la carretera Panamericana Norte, lo cual ocasionó que las empresas de transporte suspendieran sus operaciones. Además, esta situación generó que las personas que necesitaban viajar por trabajo, salud o educación utilicen vehículos informales y pongan en riesgo su integridad.

“Como empresarios trabajamos con créditos de los bancos y debemos cumplir con pagar a nuestros trabajadores aunque no laboremos, es una pérdida incalculable, es mucho”, añadió Rengifo Castañeda.

DIÁLOGO

Por su parte, el obispo de la Diócesis de Chimbote, monseñor Ángel Zapata Bances, consideró que si bien existe el derecho a la protesta, esto no justifica que se realicen acciones que atenten contra otras libertades.

“La protesta es un derecho y es una posibilidad para poder expresar el disgusto que uno tiene por algo, pero otra cosa es la violencia. La violencia no lleva a cosa buena y sobre todo entre peruanos”, consideró.

Monseñor recordó que el país enfrenta un difícil momento a causa de los últimos fenómenos climatológicos y enfermedades como el dengue, por lo que resulta necesario mantener el diálogo para buscar soluciones frente a las discrepancias políticas.

“El ideal es la comunicación, estamos viviendo una situación muy tensa a nivel político y social, y la naturaleza también se confabula con toda esta situación, además de las enfermedades, Si no sacamos adelante a nuestra patria, nos hundiremos. Mi opinión es la búsqueda de una solución adecuada, una búsqueda mediante el diálogo”, consideró.

Obispo considera que el ciudadano de a pie es el más afectado por la crisis política que enfrenta el país.
Obispo considera que el ciudadano de a pie es el más afectado por la crisis política que enfrenta el país.

Zapata Bances consideró que el ciudadano de a pie, aquel que trabaja día a día para obtener ingresos, es uno de los más perjudicados por los disturbios o bloqueos de carreteras, debido a que sufre cuando hay escasez e incremento de precios o cuando tiene dificultades para viajar en búsqueda de una mejor atención médica.

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“Los que sufren, los que se enferman, los que mueren son personas que no tienen razón de estar en esa situación; he vivido momentos muy fuertes en mi etapa de vida con el terrorismo, también con la pandemia, y no se lo deseo a nadie. El Perú merece un crecimiento”, acotó el representante de la iglesia católica.

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