Coishco: de una ciudad apacible a tierra de nadie

Hace un tiempo atrás cuando se hablaba sobre el distrito de Coishco, se le describía como un puerto apacible, caluroso y de gente amable. Rara vez se escuchaba de la perpetración de un hecho delictivo que provoque conmoción y miedo en los vecinos; pero hoy la realidad es distinta, siete asesinatos en menos de tres meses ha ubicado a esta ciudad en un punto importante dentro del mapa de la criminalidad en esta provincia.

Sin un trabajo firme de vigilancia y control por parte de la autoridad competente, el hampa ha tendido sus tentáculos hasta zonas donde pueden seguir creciendo y haciéndose más fuerte. Aunque la policía se niega a reconocerlo, todo apunta a que muchas personas que viven al margen de la ley, han encontrado en Coishco el lugar propicio para asentarse.

BALAS MORTALES. Otra realidad que golpea a Coishco es que hay bandas delincuenciales que están pugnando por el predominio de la zona y cuyos integrantes no dudan en abatirse a balazos para ajustar cuentas.

Ocurrió la madrugada del pasado 20 de febrero, cuando sicarios llegaron hasta la cuadra siete del jirón Pacasmayo, en el asentamiento humano Luis Alberto Sánchez y parapetados detrás de un muro esperaron a que su víctima salga de su casa.

El objetivo de estos criminales era aniquilar al presunto sicario juvenil identificado con las iniciales M.V. R. “Lichy”, quien supuestamente estaba involucrado en el asesinato del ranqueado hampón “Chino Tang”.

Al ver que “Lichy” salía de su domicilio, los criminales le descerrajaron ocho balazos y lo dejaron tirado desangrándose en medio de la calle.

VENGANZA. Una de las primeras hipótesis de la policía sobre el móvil del asesinato, fue la venganza por la muerte de “Chino Tang”; sin embargo, luego se deslizó que sicarios de la banda criminal “Los Caga Leche de Virú”, estaban detrás de la muerte de este adolescente.

Mientras la policía, profundizaba en las pesquisas para esclarecer este crimen, dos sicarios volvieron a sembrar el terror.

Fue el 10 de marzo, cuando los criminales irrumpieron en la cevichería “Tony y Yoni”. En el interior se encontraba Elmer Wilfani Gonzales Salinas (38) “Borracho”, su esposa y su hija de apenas dos meses de nacida.

Pese a ello, los asesinos no dudaron en abrir fuego y descerrajaron más de 10 balazos contra “Borracho” y su familia.

Elmer recibió cuatro balazos, dos en el abdomen y dos en el tórax, su conviviente fue baleada en los brazos,mientras que su bebé fue herida en el estómago.

Horas después del ataque Elmer y su hija murieron en el hospital La Caleta.

SIN PIEDAD. “Calinacho” y “Deyvis”, dos supuestos integrantes de la banda “Los caga leche de virú”, fueron acusados de este brutal ataque, que tendría como móvil el cobro de “cupos” de la guardianía de embarcaciones pesqueras.

IMPARABLE. La ciudadanía no se reponía este brutal hecho, cuando el 28 de marzo, el trabajador de vigilancia de la municipalidad de Coishco, Adolfo Pascual Cruz (44), fue asesinado de un balazo en la cabeza, en el interior del bar la Esterita. Los detectives de la División de Investigación Criminal y Apoyo a la Justicia (Divicaj)-Chimbote, deslizaron la versión de integrantes de la banda del “Chino Tang” estaban tras esta muerte.

Los familiares de la víctima dijeron que los asesinos actuaron en venganza porque el edil dio información a la policía de que los presuntos autores del robo perpetrado en los pozos tubulares de Coishco, fue perpetrado por miembros de esta organización delictiva.

SE ENSAÑARON. El último crimen ocurrido en Coishco, se perpetró el domingo a dos cuadras de la comuna distrital. El exrecluso Ronald Arriaga De La Cruz, fue acribillado de ocho balazos. Sus asesinos “Cabezón” y “Chuzo”, dispararon 17 balazos contra su víctima. Estaba claro que no querían dejar posibilidades de que viva.

El jefe de la Divicaj-Chimbote, coronel PNP. Jorge Pérez Llanos, evitó ahondar en detalles sobre las investigaciones de cada uno de estos crímenes; pero dijo que es evidente de hay varios hechos delictivos que tienen cierta relación por lo que se reforzaría la hipótesis de la pugna entre bandas por el predominio de la zona. se ahonda en las pesquisas, para poder desarticular a las bandas.