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El Instituto de Defensa Legal (Ideele) aclaró ayer que sigue a cargo de las investigaciones del crimen del exconsejero regional de Áncash, Ezequiel Nolasco Campos, en respuesta a las declaraciones de Fiorela Nolasco Blas, quien dijo que el caso de su padre no tenía abogado desde hace un mes. Correo conversó con el abogado de dicha asociación civil sin fines de lucro, Carlos Rivera, sobre el avance de las diligencias que se desarrollan en Lima, desde el año pasado.

¿En realidad está estancado este caso en el Ministerio Público?

No. El proceso que inició el año pasado ha tenido una secuencia que ha estado impuesta por los procesados, quienes apelaron para salir en libertad. Hay que recordar que son 60 los implicados y la carga ha sido demasiada. Así que el avance (de las diligencias) es regular tratándose de un caso tan complejo.

¿Cuándo podría empezar el juicio oral contra los procesado?

Estamos en un momento en que es el Primer Juzgado Penal Supranacional el interesado en desarrollar las investigaciones judiciales. Yo me imagino que en unos cuatro o cinco meses se va a culminar las investigaciones, (luego) este expediente tiene que ser elevado a la Sala Penal Superior para que se desarrolle primero una acusación de la Fiscalía Penal Superior, y luego el juicio oral en una audiencia pública. Pero que creo que eso va a ocurrir el otro año. Lo que pasa es que el caso (Nolasco) es de envergadura y con la cantidad de medios de defensa que han venido presentado los abogados de los procesados, es imposible que culmine este año.

¿Cuál es la situación de los testigos que han recibido amenazas de muerte?

Lamentablemente el sistema judicial no tiene la capacidad para prestar protección a testigos en ese tipo de casos. Puede emitir órdenes y disposiciones, pero eso termina siendo un esfuerzo inútil y en papel mojado, como se dice. Porque esas disposiciones terminan en el expediente y todo el mundo se entera de lo que le ocurre a los testigos. Por lo tanto, el nivel de protección se hace poco fiable. Los testigos están a merced de Dios.

¿Cuántas personas no tienen la protección adecuada hasta el momento?

Al inicio de la investigación policial se presentó algo de 14 o 15 testigos con identidad reservada, quienes sostenían la imputación contra la organización (criminal) de César Álvarez, pero la mayoría de ellos vive en Chimbote y en otros lugares de Áncash. Muchos tienen a sus familias y sus actividades económicas allá. Es muy complicado proteger a los testigos del crimen Nolasco de la boca del lobo. Hay algunos testigos creo que están en Lima en muy malas condiciones. Ahí hay un tema complicado que se va a resolver en el juicio oral porque van a tener que presentarse. Ese momento será decisivo porque se verá el valor de las declaraciones y el conjunto de presiones que se van a acentuar por parte de los acusados contra los testigos.

¿Qué tan perjudicial es que César Álvarez no acceda al interrogatorio del juicio oral?

Eso no me preocupa. Estamos en un modelo procesal en el que las declaraciones del acusado no tienen por qué ser la única prueba que demuestre el crimen que ha cometido. Considero que existen pruebas más que suficiente que imputan la responsabilidad penal de César Álvarez.

¿Cuáles son las pruebas de la defensa de la familia Nolasco?

Creo que hay un conjunto de pruebas documentales y testimoniales que se han venido considerando en el curso de la investigación, y varias han sido estrictamente de carácter público por la notoriedad del caso. Desde mi punto de vista hay pruebas lo suficiente contundentes que determinan que fue César Álvarez el que dirigió una organización mafiosa en el interior de la región Áncash. Hay muchas pruebas que determinan que César Álvarez, en el afán de desarrollar todo plan criminal de apropiación de fondos públicos, resistió en un primer momento las denuncias públicas de gente que lanzó en tono de fiscalización como fue Ezequiel Nolasco. Posteriormente (Álvarez) empezó a tomar decisiones vinculadas a amenazas e intentos de homicidios anteriores, hasta que se toma la decisión de eliminarlo porque Ezequiel Nolasco, y de eso hay abundante prueba, no solo se había convertido en la piedra en el zapato sino en un opositor acérrimo que generó denuncias mediáticas y que causó la atención por parte del Ministerio Público. César Álvarez no es ni manco ni cojo ni ciego y se puede defender en juicio oral.

¿Cómo es la comunicación que tiene Ideele con Fiorela Nolasco?. Ella dice que no le contestan el teléfono

De verdad que no la comprendo. Es cierto que en los últimos tiempos la comunicación ha sido media esporádica. Yo la interpreto en el sentido que en la etapa de la instrucción, en la que está ahora el procesado, hay un protagonismo de la defensa de los imputados. Son ellos los que están tratando de defender, por eso que nosotros no participamos. Ya resolveré eso con Fiorela porque si es que ha habido una novedad ella tampoco nos ha llamado.

¿Es necesario que Ideele le informe a Fiorela Nolasco sobre todas las diligencias en Lima?

Eso se ha estado haciendo en la medida de nuestras posibilidades. Hemos estado cumpliendo ( la comunicación), pero lamentablemente Fiorela no vive en Lima.

¿Cuáles han sido las dificultes que ha tenido la defensa legal a lo largo del proceso?

En realidad dificultades específicas las que suelen presentarse en casos complejos de esa naturaleza. Es decir, dificultad para tomar conocimiento de toda la actuación porque es un caso que tiene 43 tomos, pero en términos generales no ha habido dificultades superiores que no hemos podido vencer. Estamos en un momento en que el Poder Judicial está culminando de recuperar las pruebas. Se trata de cumplir con la etapa instrucción que terminará en 5 meses, para entrar en etapa superior que estará a cargo de la Sala Penal Nacional previa acusación de la Fiscalía Superior Penal, luego de eso cambiará el rol de nosotros.