Más de 30 venezolanos denuncian que procesadora les debe desde hace 2 semanas

En Casma, más de 30 ciudadanos venezolanos han denunciado públicamente que la empresa procesadora de frutales Agroindustrias “Atlantic” S.A.C. no cumple con pagarles desde hace dos semanas por el trabajo realizado.

Los extranjeros pidieron la intervención del Ministerio de Trabajo y Sunafil, mientras que la gerente de la compañía dijo que se les pagará de forma fraccionada y por el momento las labores se encuentran paralizadas.

Según los venezolanos, no es la primera vez que les retrasan los pagos; sin embargo, en esta ocasión decidieron hacer pública la queja porque les han amenazado con no pagarles por el simple hecho de exigir que se les cancele sus honorarios.

En total, son 32 los trabajadores que no han cobrado por realizar labores de procesamiento de uva que es exportada al extranjero, dentro de los cuales 20 venezolanos son los más afectados porque aseguran no tienen ni para comer.

Ricardo Arteaga, extrabajador de la empresa, dijo que se les debe de 150 a 300 soles a algunos de sus compañeros. Pese a que la cantidad parece mínima, el joven venezolano señala que ese dinero es importante para ellos pues tienen que enviar a sus familiares en Venezuela, quienes se encuentran atravesando la crisis.

“Yo no tengo ni para comer, estoy fuera de mi cuarto porque me están cobrando y yo no sé ni qué decirles. Espero que las autoridades de Perú tomen en cuenta nuestra denuncia”, señala Arteaga.

HABLA LA EMPRESA. Tras la difusión de la información, la gerente de Agroindustrias “Atlantic”, Luz de la Cruz, confirmó que se les debe de dos semanas de trabajo a los venezolanos; sin embargo, añadió que entre hoy y mañana se cumplirá con el pago de una semana y en dos días abonarán la otra parte que se les adeuda. Los problemas se habrían iniciado porque no han logrado cobrar del último cargamento de productos enviado al extranjero. Asimismo, señalan que no tomaran represalias con los venezolanos, pero sí realizarán una mejor evaluación al personal, porque asegura haber recibido amenazas de algunos de los trabajadores.