El candidato del partido Somos Perú, Juan Carlos Morillo Ulloa, indicó que se trata de una “oficina de campaña” el local que fue calificado por el expostulante Juan Calderón Altamirano como “La Centralita 2”. Asimismo, se consideró víctima de reglaje y que le preocupa que puedan atentar contra su vida.
RESPONDE. El postulante declaró a su salida del debate realizado ayer en la Universidad Nacional de Santa. Morillo rechazó que el local de la urbanización Los Cipreses sea un local clandestino.
“Esa es una oficina de campaña, nos reunimos allí porque nuestro local es chico y no podemos recibir a toda la gente que viene de distintos lugares (...) Yo les aseguro que no es una ‘Centralita’, dejémonos de esos paradigmas. Allí hacemos nuestros spots, allí llegan nuestros volantitos”, dijo.
Según lo denunciado por Calderón, desde dicho local operadores de César Álvarez dirigen la campaña de Morillo. Esto en alusión a los comunicadores Gilmer Bacilio y Patricia Cárdenas, quienes trabajaron para la región en la época del hoy preso exgobernador.
Respecto a la presencia de una camioneta de una constructora limeña en el mencionado local, Morillo intentó defenderse al señalar que el vehículo pudo haber estado allí por casualidad.
“Hay una camioneta sí, pero ustedes no lo ven con el logo (del partido Somos Perú); cualquiera puede pasar por allí y ya le echan la culpa, hay que ser objetivos”, refirió.
¿REGLAJE? Tras la publicación de fotos en su “oficina de campaña” y otros lugares, Morillo dijo sentirse víctima de reglaje y aseguró que solicitará garantías. “Me siguen, me reglan, esa es una forma que trabajaban los amarillos, de una manera que los adversarios te seguían y te amedrentaban, y esa es la misma réplica. La verdad que yo voy a pedir garantías. Soy víctima de reglaje hasta incluso pueden atentar contra mi vida”, señaló.