Luego de tres días de conflicto, finalmente el director del hospital La Caleta, César Díaz Gamarra, pudo ingresar ayer a su despacho y asumir funciones.
En sus primeras declaraciones pidió tranquilidad y diálogo a los médicos y trabajadores que rechazan su designación debido a que no nació en Chimbote.
El nuevo funcionario indicó que, pese a los cuestionamientos que le hacen por su lugar de origen, no tendrá problemas para reunirse con quienes no lo aceptan en el cargo que asumió luego de romper cadenas y forzar las puertas que habían sido cerradas por sus detractores.
“Un gestor no tiene que desechar ninguna posibilidad. Tiene que ser una persona abierta, tranquila y dispuesta a dialogar con todo el mundo: sindicato y trabajadores”, afirmó el funcionario.
También recordó que en toda su experiencia profesional nunca antes había recibido “un maltrato entre personas y menos entre colegas”.