Testigos hunden a expolicía Ricardo Patiño
Testigos hunden a expolicía Ricardo Patiño

Es probable que su formación como policía le haya permitido permanecer por más de seis meses oculto y evadiendo el seguimiento de los que por mucho tiempo fueron sus colegas. Sabía que lo habían involucrado en el caso de corrupción más sonado de Áncash: “La Centralita” y en la red criminal que acabó con la vida del exconsejero regional Ezequiel Nolasco Campos y del presidente encargado José Sánchez Milla; por eso cuidaba cada paso que daba, pero la tarde del último martes, no pudo esconderse más y fue capturado, en el distrito de La Perla, Callao.

Se trata del exsuboficial de la Policía Nacional, Ricardo Patiño Marmanillo, un hombre que empezó a tener contacto con esta supuesta mafia regional desde el 2007, durante el primer gobierno del encarcelado expresidente regional de Áncash, César Álvarez Aguilar, según la declaración que ofreció el testigo con código de reserva S-13-14, al fiscal adjunto de la Fiscalía Supraprovincial Especializada en Criminalidad Organizada, Yuri García Cano.

LOS INICIOS. “En el 2007, durante su primer gobierno, Álvarez empezó a coludirse con malos elementos policiales de nombres Patiño y José Carmen, conocido como ‘Látigo’, cuando trabajaban en Seincri, el primero de ellos y el Departamento Antidrogas (Depandro), el segundo. Así también con Luis Arroyo Rojas, gerente de la Subregión Pacífico, con quienes se organizaron para empezar a cobrar los denominados ‘diezmos’ en obras de construcción civil que licitaba la Región y sobre aprobación de obras sobrevaloradas, empezando su organización criminal a enquistarse y tomar fuerza”, declaró el testigo.

En otra parte de su manifiestación ante el fiscal, el testigo S-13-14, detalló que en el 2010, cuando César Álvarez Aguilar se encontraba de licencia en el cargo porque postulaba a la reelección a la presidencia regional, presuntamente ordenó la muerte del vicepresidente José Sánchez Milla, quien lo remplazaba en el puesto.

“Estando con licencia Álvarez continuaba con los manejos usurpando la función del presidente regional encargado, José Sánchez Milla, ya que había gestado un paquete de proyectos por un monto aproximado de 800 millones de soles, cuyas obras ya estaban y tenían dueño. En una reunión, Álvarez le dijo a Sánchez Milla que no se meta con eso porque todo estaba arreglado y que se limite a firmar el paquete de obras y que se conforme con lo que le tocaría, pero Sánchez se negó, originándose un grave conflicto entre ellos. Un mes después Sánchez viajó a Trujillo y Álvarez se enteró de eso y con su organización criminal ordenó victimarlo”, contó el testigo.

LIMPIEZA. En efecto, el 13 de julio del 2010, José Sánchez Milla, murió tras recibir un balazo en la pierna derecha, después de supuestamente oponer resistencia a un asalto perpetrado a la altura del kilómetro 573 de la Carretera Panamericana Norte, en Trujillo. Los maleantes supuestamente habían colocado aletas de tiburón en la pista y con eso obligaron a detenerse al conductor de la camioneta en la que viajaba el presidente regional encargado de Áncash.

De acuerdo al acta de declaración del testigo con código en reserva S-13-14, Ricardo Patiño Marmanillo, tuvo participación en este hecho. “Patiño fue designado inmediatamente por disposición de César Álvarez Aguilar, para viajar a Trujillo, teniendo como finalidad traerse las llantas de la camioneta en la que se desplazaba el víctimado, para alterarla y modificarla a efectos de desviar la verdad de los hechos”.

TAMBIÉN NOLASCO. Con la muerte de Sánchez Milla, el primer consejero regional de Áncash, Ezequiel Nolasco Campos, asumiría la encargatura de la presidencia regional de Áncash, por lo que siendo opositor de Álvarez Aguilar, había informado que no firmaría el paquete de obras de más de 800 millones de soles. “Razón por la cual, César Álvarez en coordinación con Luis Arroyo, contactó a los sicarios ‘Goro’, ‘Nayo’ y ‘Piolín’, para que irrumpan en la casa de Ezequiel Nolasco y lo maten con disparos de armas de fuego, en su intento solo lo hirieron de gravedad, pero sí mataron a su hijo Roberto Torres”, narró el testigo S-13-14. El atentado ocurrió el 20 de julio del 2010, una semana después de la muerte de Sánchez Milla.

LO SINDICAN. Otro testigo con código de reserva Fsecor N.-15-14, coincide en sindicar a Álvarez y Arroyo como los que contactaron a los sicarios para intentar matar a Nolasco, pero agregó algo más. “También están implicados Alberto Palacios Flores-guardaespaldas de Arroyo y el policía Ricardo Patiño Marmanillo, quienes antes de cometer el atentado ultimaron detalles en el rancho de Hilda Saldarriaga Bracamonte, conocida como la ‘Mama’, conviviente de ‘Nayo’, uno de los sicarios que participó en el crimen”.

Este mismo testigo sostuvo lo siguiente: “Patiño es miembro de la organización criminal dirigida por César Álvarez, y Luis Arroyo; participó en la ideación, planeación y ejecución del homicidio por PAF de Roberto Torres Blas y lesiones a Ezequiel Nolasco, sirviendo de apoyo a los sicarios el día de los hechos. Actualmente trabaja como jefe de seguridad en la obra de Chinecas”. Un tercer testigo con código S-14-14, afirma en su declaración: “Ricardo Patiño es seguridad personal de Luis Arroyo Rojas. Es el encargado de recibir y pagar el dinero a los sicarios; habiendo sido este quien entregó la suma de mil soles a Orlando Saldarriaga Gómez, padre de Hilda Saldarriaga Bracamonte”.

Coincidentemente, cuando empezó a ser vinculado en el primer atentado contra Nolasco, Patiño solicitó su pase a retiro.