Tráfico de terrenos: origen de conflictos, violencia y muerte
Tráfico de terrenos: origen de conflictos, violencia y muerte

Después de la famosa modalidad de delinquir denominada “chalequeo” de obras públicas, el tráfico de terrenos es una nueva opción de las bandas criminales para obtener dinero fácil. Los delincuentes no dudan en gener conflictos, violencia y muerte, para hacer sentir su presencia.

Con la caída de la supuesta mafia regional que operaba en Áncash y que presuntamente era liderada por César Álvarez Aguilar, se paralizaron decenas de obras por la falta de presupuesto y esto provocó que varias de las organizaciones criminales decidan girar la mirada hacía las invasiones del distrito de Nuevo Chimbote.

TRAS SUS PASOS. El gerente de Desarrollo Urbano de la Municipalidad Provincial, César Carbonel Bazán, declaró que se tiene información que al menos seis bandas delincuenciales se dedican al tráfico de terrenos, en el distrito sureño.

Por medidas de seguridad el funcionario evitó revelar las identidades de estos maleantes; pero los detectives de la División de Investigación Criminal y apoyo a la Justicia (Divicaj)-Chimbote, informaron sobre los alias de varios de ellos.

Se trata de “Starkin”, “Ñato”, “Micky”, y “Ranger”, integrantes de la banda denominada “Los Negros de San Luis”. Estos maleantes fueron sindicados como los que el 16 de noviembre asesinaron a balazos a Paulo Ramírez García (38) y Joel Alayo Malqui (32), en el sector 5 del distrito de Nuevo Chimbote, entre los asentamiento humanos María Idelsa Aguilar y Los Ficus. El móvil apoderarse de los tres lotes de terreno que tenían los agraviados.

LOS CABECILLAS. La policía informó también que los maleantes antes aludidos, obedecieron órdenes de los supuestos cabecillas de esta organización criminal a quien identificaron como Flor Escovedo Tavera “Pocha” y Javier Trinidad Velásquez “Chato Javier”.

Los detectives informaron también que un recluso del penal de Cambio Puente, identificado como Abel Cruzado Picón, “Picón”, integraría esta banda.

Pero ¿cómo operan estos delincuentes? Según información policial estos hampones constantemente recorren las invasiones del distrito de Nuevo Chimbote y en base a la violencia y amenazas de muerte se apropian de lotes que no están habitados. En ocasiones llegan a quedarse con cuadras enteras de terrenos.

Cuando los verdaderos propietarios llegan a exigir que les devuelvan sus lotes, muchas veces son golpeados y amenazados de muerte. La mayoría opta por enfrentarse a los maleantes y se va del lugar, perdiendo todo lo invertido, pero muy pocos les hacen frente tal como ocurrió Paulo Ramírez García, y Joel Alayo Malqui, quienes pagaron con su muerte su osadía.

Se ha dado casos de que los invasores despojados de sus lotes contactan con otros delincuentes para tratar de recuperar sus terrenos y es ahí cuando surgen los enfrentamientos con bandas rivales.

NEGOCIO REDONDO. Según la policía cuando estos maleantes ya tienen en su poder los lotes que les han quitado a los invasores, los traspasan a nuevos propietarios por montos que van desde tres mil hasta 10 mil soles: ahí esta el negocio.

Ante este panorama que cada vez se torna más desolador, el Comité Distrital de Seguridad Ciudadana (Codisec) de Nuevo Chimbote, conformó una comisión especial que se encargue de hacer un análisis detallado de lo que está sucediendo con el tráfico de terrenos.

Fue el propio presidente de la comisión de Orden y Control Interno, comandante PNP, Edward Zavaleta López, quien informó que en la comisaría de Buenos Aires, se han registrado una serie de denuncias relacionadas a conflictos por tráfico de terrenos.

Entre las últimas invasiones que se han registrado en Nuevo Chimbote, figuran: Los Balcones del Sur, Asociación Villa Chinecas, 16 de Julio, Palmeras, Nuevo Paraíso, y Roswel; ninguno de ellos está lotizado.

NO HAY FIRMEZA. Pese a que se conoce que malos dirigentes vecinales y hasta funcionarios ediles, se habrían coludido con estas organizaciones delictivas haciéndose los desentendidos cuando ocurre un hecho de violencia en su pueblo, la policía y el Ministerio Público no han establecidos un plan para hacer frente a esta modalidad de delinquir. 

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