El Deportivo Garcilaso, uno de los equipos más representativos del balompié cusqueño, perdió su chance de meterse en la finalísima de la Copa Perú, que este año ascenderá, por última vez, un equipo directo a la Liga 1.

En el verde del Inca Garcilaso de La Vega, el equipo de Cusco chocó contra el Deportivo Llacuabamba de La Libertad - Trujillo, con quien empató 1-1 de local, cuando necesitaba vencer mínimo por dos goles.

Al finalizar el encuentro toda la molestia contenida por los jugadores locales, cuerpo técnico e hinchas se desbordó, originándose una verdadera batalla campal en el interior del campo de juego.

Patadas, golpes de puño y varazos corrían por doquier, mientras los celestes acusaban una mano dentro del área que no habría sido cobrada por el árbitro; minutos después un fuerte contingente policial logró poner a buen recaudo a la terna arbitral, que lucía bastante preocupada a un lado de la cancha.