Coronavirus: piden intervención del Gobierno en el límite de Ayacucho y Apurímac
Coronavirus: piden intervención del Gobierno en el límite de Ayacucho y Apurímac

El alcalde de la provincia de Chincheros, Nilo Najarro, demandó la intervención del Gobierno, ante la llegada de numerosas personas y familias de escasos recursos económicos hasta el puente Pampas, ubicado en el límite de Ayacucho y Apurímac, que pugnan por retornar a sus localidades de origen a raíz de la crisis originada por el coronavirus.

“Este problema estamos viviéndolo desde el momento que se declaró la emergencia. El puente Pampas es un punto crítico que requiere incluso de la intervención de las autoridades nacionales, lamentablemente nos han dejado solo a las autoridades provinciales...”, aseveró.

Desde el inicio de la orden de aislamiento social dictada el 16 de marzo pasado por el Gobierno, el puente Pampas es paso obligado de familias enteras y personas procedentes del Vraem que se quedaron sin trabajo, buena parte son peones despedidos de las chacras dedicadas a la siembra y cosecha de la hoja de coca.

Hasta el sábado último, algo más de 80 personas (otras versiones indican que llegaron hasta 110) entre niños y adultos pernoctaban en carpas provisionales sin agua potable y carente de servicios higiénicos a escasos metros del puente resguardado por miembros del Ejército y la Policía Nacional.

En horas de la tarde de ese mismo día y después de marchas y contramarchas entre alcaldes, funcionarios regionales y dirigentes sociales -estos últimos se oponen a su ingreso- algo más de 60 personas fueron trasladadas a albergues temporales situados en Andahuaylas y Chincheros, donde permanecerán 15 días cumpliendo cuarentena domiciliaria y vigilados de cerca por el personal de salud.

Sin embargo, otras catorce personas de Huaccana, Rocchacc, Uripa y Abancay no tuvieron la misma suerte permaneciendo aún en el lugar a la espera que los alcaldes de sus respectivas localidades procedan a su recojo.

Se informó que en las últimas horas se sumó otro grupo de personas en este punto critico que conecta ambas regiones.

Algo parecido se registra en los puentes peatonales que atraviesan el río Pampas en los sectores de Kutina Chaka (Andarapa) y Maramara (Huaccana), donde las rondas campesinas de la vecina Chungui, están expulsando a pobladores y familias apurimeñas que se ven obligadas a caminar por varios días a través de la selva ayacuchana.

Su situación se complicó mucho más al llegar al límite regional y encontrar las bases de madera de estos puentes fueron retiradas o terminaron hechos pedazos para impedir el paso de las personas hacia territorio apurimeño.

Se estima que en estos cruces se encuentran más de 40 personas entre niños y adultos sin poder avanzar ni retroceder, atrapadas entre el torrentoso río y el miedo de los pobladores que sean portadores de la infección.

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