El contrato de concesión del Hotel Sanctuary Lodge en Machu Picchu, administrado por el grupo Belmond, culmina en mayo próximo y hasta el momento el Gobierno Regional del Cusco no ha definido el rumbo que tomará la gestión del emblemático hospedaje cusqueño. La falta de acción por parte de las autoridades podría derivar en un arbitraje o incluso en la paralización del servicio.
John González, expresidente de la Cámara de Comercio y Turismo del Cusco, advirtió la necesidad de garantizar una transición ordenada para evitar que el inmueble no quede abandonado y en riesgo de deterioro. “Lo que no podemos permitir es que el hotel cierre sus puertas. Esto generaría caos y afectaría la infraestructura; además de generar un impacto negativo en las más de tres mil personas que trabajan directa e indirectamente en este hotel”, señaló.
Asimismo, el vocero empresarial cuestionó la falta de respuestas del las autoridades locales. “El gobernador regional ha debido convocar a una licitación internacional con al menos seis meses de anticipación. No se ha hecho nada hasta ahora y existe un silencio que preocupa”, advirtió.
La posibilidad de que el hotel cierre también genera interrogantes sobre el impacto en el turismo de alto nivel en la región. “Si este hotel deja de operar, perderemos un segmento de turistas que buscan experiencias exclusivas. Esto afecta directamente la imagen de Cusco como destino de lujo”, alertó, comparando la situación con otros destinos como México, donde se apuesta por categorías hoteleras de lujo para atraer turistas de alto poder adquisitivo.
Para González, la solicitud al Gobierno Regional es clara: definir un plan de acción inmediato que contemple el cierre ordenado de la concesión actual, una administración transitoria y la pronta convocatoria de un nuevo proceso de licitación para garantizar la continuidad del servicio. “No podemos esperar más. Es urgente asegurar el funcionamiento del hotel sin afectar la experiencia turística en Machu Picchu”, concluyó González.
Mientras el tiempo pasa, el futuro del Hotel Sanctuary Lodge sigue en el aire y la falta de respuestas concretas de las autoridades genera incertidumbre en el sector turístico, que ve con preocupación el manejo de uno de los activos hoteleros más importantes del país.