(Foto: Mincetur)
(Foto: Mincetur)

La ministra de Turismo y Comercio Exterior (Mincetur), Desilú León, se reunió este martes con autoridades del Cusco y representantes de los principales gremios turísticos del país, en el contexto de los bloqueos en la vía ferroviaria del sector Qoriwayrachina.

Luego de la reunión, el gobernador regional del Cusco, Werner Salcedo, abandonó la conferencia de prensa. En declaraciones a RPP, criticó la postura de la ministra Desilú León y aseguró que el Ejecutivo no muestra voluntad política para resolver la situación. Además, solicitó la participación del premier Eduardo Arana en la mesa de diálogo.

Consideramos que quien debió de liderar [la reunión] fue el premier [Eduardo Arana], porque el problema de Machu Picchu no es el traslado solo de los buses. Este es uno de los tantos y que todos los años nos genera conflictos”, señaló.

El gobernador regional agregó que buscan que el Ejecutivo ofrezca “soluciones a corto plazo”, no solo para el transporte, sino también para otros problemas que afectan a los pueblos cusqueños.

La ministra de Turismo sólo estaba concentrada en resolver el problema del transporte, situación que ha incomodado a quienes son responsables. Estamos haciendo desde el Gobierno regional la labor de facilitación, pero a este paso, si no tengo, como corresponde, al premier y todos los sectores acompañando en la solución, lo que van a seguir siendo testigos los peruanos, el mundo, es de cómo, efectivamente, no hay la voluntad política del Ejecutivo de solucionar este problema”, enfatizó.

Salcedo manifestó su disposición a participar en otra reunión para abordar los problemas en torno a Machu Picchu; sin embargo, indicó que esta debe ser convocada por el titular del PCM y realizarse en Cusco.

Si es que somos convocados por el premier, estaremos ahí. Si es que estas reuniones se plantean en el territorio, porque hay que recordar, si el ministro de Cultura tuvo la capacidad siquiera de poder, efectivamente, mostrar algo de sensibilidad y compromiso frente a este problema, [pero] lo que más bien está haciendo es tratar de tapar el sol con un dedo y no reconocer que tenemos serios problemas en la gestión de Machu Picchu”, finalizó.

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