Joven matsigenka salió con un sueño de su comunidad y retorna convertido en profesor
Joven matsigenka salió con un sueño de su comunidad y retorna convertido en profesor

En el Día del Maestro, el joven profesor matigenka Ludwin Turco, cuenta durante esta emergencia por COVID-19 su trabajo desde un lugar lejano de la Amazonía de Cusco, y muestra su deseo de enseñar a los niños de comunidades indígenas del Bajo Urubamba para que estudien y sean profesionales como él, quien aprovechó una beca del Programa Integral de Educación de Camisea.

“Soy feliz de regresar a Timpía, porque voy a estar cerca de mi familia, de mi comunidad. Soy feliz porque estoy ejerciendo como docente, y voy a sacar adelante a más estudiantes y que puedan seguir mis pasos. Yo sé que es muy trabajoso, complicado. Me gusta la carrera y quiero que mis niños aprendan algo. Sé que quieren ser profesionales”, explica Ludwin.

El joven profesor, de 26 años, también enfrenta otro reto: sacarle la vuelta al COVID-19 y empezar a dar ánimos a sus alumnos para que sigan estudiando a distancia, virtualmente, y no deserten las clases. “Quiero que este año aprendan más del 70% u 80% de lo planeado”, comenta.

Como docente en la I.E. Alto Timpía, en una comunidad cercana a su pueblo natal, Ludwin recuerda sus primeros años cuando sembraba con su familia la yuca o el plátano, y pescaba el bagre y el boquichico con sus amigos. Hoy sus retos son otros: debe contextualizar la información escolar del Estado a la realidad del Bajo Urubamba. Por ejemplo, cambiar nombres de animales como los elefantes, monos, leones o jirafas por la sachavaca, el jaguar, y semillas o los peces conocidos por los matsigenkas.

También desea motivar a los niños para que estudien, viajen y sean profesionales, como un día él también lo soñó. “Me llamó el jefe de la comunidad de Alto Timpía. Es una comunidad chica, de unas 30 a 50 familias. No hay internet. Enseñaré a 12 niños para primaria. Me gustó venir, para saber la vivencia de esta zona. En marzo de 2020 visité la institución. Los padres de familia son muy unidos”, cuenta Ludwin.

Cuando terminó sus estudios de educación bilingüe intercultural en Ucayali, Ludwin Turco se convirtió en el primer graduado profesional de su comunidad gracias al PIE. Allí trabajó un tiempo. Luego fue llamado para ser profesor en la I.E. Tikumpinía – Sababantiari, donde los niños le daban mucha confianza por dominar dos idiomas, el castellano y el matsigenka. Así logró más experiencia.

Ludwin identifica diversas complicaciones en las comunidades amazónicas de Cusco y Ucayali que visitó. “Muchos padres no se preocupan por la alimentación ni educación de sus hijos, otros se pueden dedicar al alcohol, y eso influye en la organización”, narra el docente matsigenka.

“Las comunidades deben prepararse ante la pandemia por coronavirus. Debemos enseñar a los menores que se cuiden, que se organicen desde niños, para que puedan defenderse”, reflexiona Ludwin, un joven que ya está pensando en realizar proyectos en otras universidades del país y aprender más carreras y más ramas de la docencia. Incluso está armando un proyecto de crianza de animales para su comunidad Timpía.

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