La mañana del último jueves, un accidente de tránsito en el distrito cusqueño de San Jerónimo, dejó como saldo una menor de tres años gravemente herida, quien resultó con ambas piernas amputadas, luego de ser arrollada por un bus de servicio interurbano.
El penoso hecho se registró a las 11:20 horas en la intersección de las calles Ramón Castilla y Agricultura, justo frente de la Puerta N°4 del mercado Vinocanchón, donde la persona identificada como Susana Valenzuela (56), fue atropellada junto a su nieta de tres años, por el conductor identificado como Santos Colque (31), quien iba a bordo del bus con placa de rodaje X6F-419, de la empresa de transportes Wimpillay.
Quien llevó la peor parte en el siniestro fue la menor de edad, quien resultó con ambas piernas amputadas casi en su totalidad, quedándose recostada junto a su abuela en la calle, mientras vecinos y recurrentes al mercado trataban de socorrerlos.
Posteriormente ambas fueron trasladadas a una clínica local a bordo de un patrullero de la Policía, siendo el diagnóstico para la menor: amputación traumática de ambos miembros inferiores, y para la adulta: traumatismo encéfalo craneano en evolución, trauma y luxo fractura de pierna.
INVESTIGACIÓN. Según el atestado policial, el vehículo causante del siniestro fue hallado en sentido contrario, siendo el conductor detenido inmediatamente para las acciones correspondientes de investigación.
“Se observa estacionado en el lugar un vehículo de la empresa de transporte público Wimpillay, en sentido de este – oeste, en sentido contrario, en cuyo interior se encontraba el conductor del vehículo causante del accidente quien solo mostró su DNI (físico), mas no así documentos del vehículo ni licencia de conducir”, cita textualmente el acta de intervención.
El citado documento también refiere que el conductor fue trasladado hasta la Sanidad Policial de Cusco para el examen toxicológico correspondiente, el mismo que resultó negativo para el consumo de licor, teniendo que trasladar de inmediato el vehículo hasta la comisaría de la zona ya que los vecinos amenazaban con quemarlo.
Posterior al hecho, moradores del sector se quejaron por la falta de orden en inmediaciones del mercado Vinocanchón de San Jerónimo, donde se evidencia el comercio ambulatorio que ocupa pistas y veredas.
También reclamaron por la presencia de camiones de gran tonelaje, que descargan productos a toda hora, bloqueando el paso de peatones y conductores, además de dejar una gran cantidad de desperdicios en las puertas del citado mercado de abastos.





