Nueva estrategia antidrogas para cambiar la plantación de coca por otras alternativas
Nueva estrategia antidrogas para cambiar la plantación de coca por otras alternativas

El Gobierno peruano a través de la Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas (Devida), presentó la Estrategia Nacional de Lucha contra las Drogas (ENLCD) 2017 – 2021 la cual incluye las principales acciones para enfrentar de manera integral el problema de las drogas en el país.

El documento considera cuatro ejes de acción: Desarrollo Alternativo Integral y Sostenible, Reducción de la oferta de drogas, Reducción de la demanda de drogas y el eje transversal: Responsabilidad Común y Compartida. La misión es promover la participación activa del Estado, la sociedad civil y la comunidad internacional.

La ENLCD (2017 – 2021) contempla erradicar anualmente 25,000 hectáreas (ha) de cultivos de coca, instalar en ellas cultivos lícitos alternativos y lograr que 20 mil nuevas familias se vinculen a actividades legales.

El eje de Desarrollo alternativo integral y sostenible tiene como población objetivo a 164 distritos de 13 departamentos con cultivos de coca, y contempla una intervención articulada de diferentes sectores públicos y privados, para promover el desarrollo y desvincular a la población del cultivo de coca, considerando desarrollo territorial, interculturalidad, derechos humanos y el enfoque de género.

Amazonas, Ayacucho, Cajamarca, Cusco, Huánuco, Junín, La Libertad, Loreto, Madre de Dios, Pasco, Puno, San Martín y Ucayali son los departamentos que registran cultivos de coca.

El Gobierno brindará alternativas socioeconómicas a la población afectada por la erradicación, implementando acciones de posterradicación inmediatas o paralelas, para evitar la resiembra y el desplazamiento de los cultivos de coca.

A través del eje de Reducción de la Oferta de Drogas se contempla la disminución de la coca ilegal y la eliminación de las plantaciones de amapola y marihuana. Además, se implementará un plan para la modernización de Enaco, con el objetivo de mejorar el control del mercado legal de la hoja de coca destinado al consumo tradicional e industrial.

La estrategia contempla el fortalecimiento de la inteligencia antidrogas para desarticular a las organizaciones delictivas y lograr una efectiva interdicción y sanción del tráfico ilícito de drogas e insumos químicos, lavado de activos y delitos conexos. Asimismo, propone la implementación de un sistema de alerta temprana para la detección de nuevas sustancias psicoactivas e insumo utilizados en su fabricación.

Con el eje de Reducción de la Demanda de Drogas se ampliará y mejorará la prevención del consumo de alcohol, tabaco y otras drogas legales e ilegales mediante programas en los ámbitos educativo, familiar, comunitario y laboral.

Se implementarán programas y servicios diferenciados para las poblaciones andinas, amazónicas y afrodescendientes.

La nueva estrategia promoverá la inclusión y el acceso a los servicios de prevención y tratamiento del consumo de drogas de la población en situación de vulnerabilidad. Se ejecutarán programas orientados a niños y adolescentes en situación de calle, trabajadoras y trabajadores sexuales y población LGTBI.

También se mejorará la calidad de las intervenciones en base a la evidencia científica a través de la investigación y certificación de prácticas terapéutica y de gestión pública.

La estrategia incluye todo el ámbito nacional, en el que está incluido el Vraem. Debido a la diversidad de cada valle cocalero se establece una estrategia de intervención adecuada a cada uno de estos escenarios.

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