Perú se consolidó como el tercer exportador mundial de jengibre en 2024, con envíos por US$ 105 millones, siendo superado solo por China (US$ 733 millones) y Países Bajos (US$ 154.8 millones), según información de la Asociación de Exportadores (ADEX). La región Junín concentra el 85% de esta producción nacional, lo que la convierte en el principal motor del crecimiento de este producto en el país.

Pese a este alcance, ADEX alertó que las exportaciones de jengibre cayeron en 12.8% el año pasado debido a factores como la reducción de la producción, los altos precios y problemas fitosanitarios.

“Las exportaciones totales de jengibre el año pasado llegaron a los US$ 118 millones. El 85% salió de acá, de Junín. En cúrcuma exportamos US$ 7.7 millones de dólares, antes no se exportaba nada”, explicó el director del Centro de Investigación en Economía y Negocios Globales de ADEX, Edgar Vásquez, refiriendo que la exportación de cúrcuma creció en 38.5%.

El director informó que la demanda internacional actualmente exige productos sostenibles, con empleo formal, certificaciones y buenas prácticas agrícolas. Además, destacó que el jengibre peruano tiene potencial de convertirse en un producto “no solo estrella, sino permanente” en los mercados internacionales.

Para fortalecer esta cadena de valor, ADEX y Proginger realizaron el 5° Ginger Week en Satipo, con la participación de más de 15 expositores nacionales e internacionales, dirigido a productores, exportadores, empresas de servicios logísticos, laboratorios, entidades financieras y autoridades públicas y privadas. El objetivo fue abordar temas como retos sanitarios, acceso a mercados, competitividad internacional y sostenibilidad.