Amelia y Zocimo agradecen a Dios por esta segunda oportunidad de vida.
Amelia y Zocimo agradecen a Dios por esta segunda oportunidad de vida.

El acto de amor de una familia que decidió donar los órganos de una pariente que murió, permitió salvar la vida de dos personas que esperaban riñones para continuar con vida. Amelia García Baltazar (53) y Zocimo Melo Yallico (28), padecían de insuficiencia renal crónica terminal. Y las esperanzas volvieron cuando en el Hospital Nacional Ramiro Prialé Prialé (EsSalud Huancayo) les comunicaron que había un donante cadavérico. Y agradecieron a la familia de la donadora y a los médicos por salvar sus vidas.

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Amelia G.B. natural de Huancavelica, ya radica gran parte de su vida en Huancayo junto a su esposo e hijos. Ella contó que estaba cinco años en diálisis 3 veces a la semana durante 4 horas cada una. “Siento una enorme alegría, para mi es una segunda oportunidad de vida. Mi familia está muy alegre, nunca perdí la esperanza, demoro, pero llegó este milagro. Así que a aquellos que pasan lo mismo que yo, nunca pierdan la fe, y aquellos que puedan donar los órganos de sus familiares, lo hagan, porque donar es salvar vidas”, comentó muy conmovida. Ella tiene tres hijos que llevan por nombres Aida, Edward y Freddy Rojas García.

En tanto, el coordinador de trasplante renal, Luis Arellan Bravo, narró que el 12 de noviembre se recibió la grata noticia de una familia de Chupaca que aceptó donar los órganos de su pariente que tenía muerte encefálica. “Con esta donación se pudo salvar dos vidas, ahora ellos tendrán una mejor calidad de vida. Es un acto de amor donar órganos. Cuando hay donación cadavérica, se extrae los órganos y ya luego de los exámenes correspondientes y compatibilidades, se coloca en sus nuevos receptores. Simultáneamente se realizó las cirugías en ambos pacientes y duró varias horas de trabajo”, señaló.

Personal médico junto a pacientes trasplantados.
Personal médico junto a pacientes trasplantados.

A Zocimo M.Y. le diagnosticaron hace cinco meses esta enfermedad. “Estuve en diálisis durante este tiempo. Ahora me siento feliz, gracias a Dios se encontró un riñón para mí, es una segunda oportunidad de vida”, refirió. Su hijo Dilan M.L. (5), era el motivo de que siga viviendo. Amelia y Zocimo ahora deberán tomar medicación para evitar el rechazo del órgano y mantener un estilo de vida saludable.

El jefe de la Unidad de Procura y Trasplante, Rolando Segama Fabian, aseveró que la donante cadavérica era una profesora de 60 años y natural de Chupaca quien sufrió un accidente cerebrovascular, el cual la condujo a una muerte encefálica. “Recalcar que para que uno done órganos, debe tener este diagnóstico de muerte encefálica”, dijo.

Finalmente, Arellan Bravo, recordó que un donante puede salvar hasta 10 vidas de personas. Los órganos que se pueden ceder para trasplante son riñón, páncreas, pulmón, hígado y corazón. Mientras que los tejidos son piel, médula ósea, huesos, corneas, tendones y válvulas cardiacas.


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