Una adolescente de apenas 17 años, procedente de de San Martín de Pangoa, en Sstipo, fue trasladada hasta el hospital Julio César Demarini Caro de Chanchamayo, luego de presentar graves complicaciones tras dar a luz por parto natural.
Todo comenzó el miércoles, cuando la joven llegó con trabajo de parto al hospital de Pangoa. Dio a luz sin mayores contratiempos, pero al día siguiente, jueves por la tarde, los médicos llamaron a sus familiares para que firmaran una autorización para una “limpieza vaginal”. Horas después, les comunicaron que su salud se había agravado y que sería referida de emergencia, inicialmente con el diagnóstico de dengue.
Sin embargo, ya en el hospital de Chanchamayo, los médicos detectaron una posible negligencia: parte de la placenta habría quedado retenida en el útero, lo que provocó una infección y el deterioro de su estado.
Conmovido, su joven esposo pidió apoyo económico frente a las cámaras: “No tengo cómo cubrir los gastos. Somos de bajos recursos. Pido ayuda a las personas de buen corazón”, dijo.
Por su parte, los padres de la adolescente, que apenas hablan español, expresaron su dolor en quechua, sin poder comunicarse con claridad con el personal médico. “Warmi chayqa chaypi qawaykuskan, mana yachaniku imapas ruwasun” —señalaba el padre, pidiendo que traduzcan lo que ocurre con su hija. (“Mi hija está ahí adentro, no sabemos qué le están haciendo”).
Lo más dramático: sin recursos y sin apoyo, la familia pernocta en los exteriores del hospital, durmiendo sobre colchones , soportando el frío y la lluvia de la selva central.
Este caso ha vuelto a poner en evidencia las serias deficiencias del sistema de salud en zonas rurales, y la falta de humanidad en el trato a familias vulnerables. La vida de la adolescente continúa en riesgo.