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Con el corazón lleno de fe, decenas de fieles participaron de la tradicional peregrinación por el Señor de Cani Cruz, que duró alrededor de 7 horas.
Esta manifestación religiosa da inicio a las festividades del mes de mayo en honor a la Santa Cruz.
La jornada comenzó con una misa en la Catedral de Huancayo, desde allí, los devotos iniciaron un recorrido de más de 16 kilómetros a pie, pasando por los distritos de Chilca, Huancán, Huayucachi, Huamanmarca y Viques hasta llegar a Chupuro y finalmente a la iglesia Apóstol Santiago de Chongos Bajo.
Durante el trayecto, muchos oraban en silencio, otros se daban ánimos entre sí para llegar a cumplir la larga caminata.
“Desde que tengo uso de razón acompaño la procesión. Para mí y mi familia, es una manera de redimir nuestra fe y agradecer por lo que tenemos”, expresó Jim Sánchez.
Otro de los fieles, Jorge Torres, quien llegó desde Lima, manifestó entre lágrimas que: “Tengo mi cruz en mi trabajo, en mi casa. Me da estabilidad laboral y salud para mi familia, ¿qué más puedo pedir?”.
El párroco Ricardo Ocharan, de la parroquia Apóstol Santiago, explicó que esta devoción tiene poco más de 20 años, pero crece rápidamente. “El Cani Cruz se ha convertido en un símbolo de fe. Dios actúa a través de esta cruz y eso lo vemos en los testimonios de la gente”, dijo.
Para el investigador Henry López, el Cani Cruz no es solo una cruz, sino “una herida abierta y una promesa encendida”. Explica que en la época colonial este símbolo religioso también fue usado como tribunal de castigo.“La cruz ya no salvaba: castigaba”, afirma, añadiendo que, lejos de ese pasado oscuro, el Cani Cruz ha sido resignificado como un lugar de fe, memoria y sanación.