Misa se realizó en iglesia de Sapallanga Foto Caleb Mendoza/photo@GEC
Misa se realizó en iglesia de Sapallanga Foto Caleb Mendoza/photo@GEC

Con un cartel que decía: “Estoy ciega, virgencita de Cocharcas devuélveme la vista, yo también te quiero ver”, la pequeña Mirella pidió un milagro al exterior de la iglesia matriz de Sapallanga. Ella, junto a su madre y su hermanita, solicitaron a “”, que se acuerde de sus fieles devotas.

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“Necesitamos ayuda para que mi hija pueda recuperar la vista, ella necesita una operación, el doctor nos ha dado esperanzas. Por eso hoy hemos venido aquí a pedir que la virgencita interceda por nosotras. También a buscar algún donativo para medicinas y pañales (980123663)”, contó la madre Soledad Inga Durán.

Como ellas, miles de fieles llegaron hasta Sapallanga en busca de la bendición de la Virgen. Con flores y velas, no dudaron en hacer largas filas para poder ingresar a la iglesia y rezar una oración al pie del anda .

Devoción y costumbre

Por segundo año seguido las actividades en honor a la Virgen de Cocharcas tuvieron que suspenderse por la pandemia del coronavirus, sin embargo, esto no impidió que cientos de personas se congregaran al exterior de la iglesia y dejaran sus peticiones.

La policía trató de mantener el orden, dispersando incluso a ciudadanos que llegaron de los diversos barrios con bandas y danzas.

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La misa virtual la precedió cardenal Pedro Barreto, quién pidió por la salud del mundo.

Mientras tantos, los fieles pedían exaltados que las puertas de la iglesia se abrieran para poder ver la imagen, que cuentan que apareció hace 300 años en un manantial del barrio Cocharcas y su figura quedó impregnada en piedra.

La iglesia abrió sus puertas ante la insistencia de los fieles, quienes ingresaron por breves minutos a cambiar flores, bendecir las velas con el manto de la Virgen y salir raudamente para evitar las aglomeraciones.

Para conservar la tradición, familias enteras se sentaron en la parte posterior de la iglesia que guarda la imagen de Mamacha, para encender velas en el suelo y rezar el rosario mientras estas se consumían.

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Llegan buscando milagros

Otros devotos llegaron desde ciudades como Lima, para agradecer algún milagro que la virgen les ha concedido. “He realizado una promesa de venir durante siete años seguidos, luego que la virgencita me ayudara a superar el cáncer de mama que me aquejaba”, contó la docente, Soledad Cuicapusa.

Pese a las restricciones, el ambiente festivo se mostró en las calles aledañas a la plaza principal de Sapallanga, muchas asociaciones de danzantes bailaron para los visitantes.

Las comerciantes también aprovecharon para expender todo tipo de alimentos.