​Debut de Perú en Rusia paralizó Huancayo

El debut de Perú en el Mundial de Rusia 2018 paralizó Huancayo. Negocios, calles y parques (donde no se pasaba el partido contra Dinamarca) lucieron vacíos. Pero antes, el encuentro, movilizó a cientos a llenarse de espíritu patriota y adquirir cualquier motivo blanquirrojo para alentar.

PREVIA. La previa se vivió desde temprano. Las tiendas de electrodomésticos ya pasaban el partido entre Argentina e Islandia, con bastante audiencia.

En los mercados, casi todos los comerciantes atendían con camiseta, y en las calles, pocos transeúntes no llevaban los colores patrios.

El Mercado Modelo, el centro comercial “Astoria Plaza” y otros locales colocaron banderas gigantes en sus fachadas. La bandera también flameó en casas y en vehículos, que recorrían la ciudad, con animados pasajeros.

La venta de prendas mundialistas se abarrotó en puestos ambulantes y tiendas. Desde stickers y portaretratos de la selección hasta costosas casacas se vendían en la calle.

A medida que se acercaba la hora del encuentro, las vías dejaban de saturarse, muchos negocios cerraban y el apuro por llegar a algún punto para mirar el primer partido de Perú era notorio.

SE JUNTAN.  Cientos de hinchas no vieron el encuentro en sus casas, sino que decidieron alentar a la selección en grupos multitudinarios.

De este modo, se unieron en los principales malls de la ciudad.

Además del Parque Bolognesi (El Tambo), hasta donde llegó la propia alcaldesa del distrito Noemí Curi, y otros 300 espectadores, que no dejaron de alentar.

Otra pantalla gigante se instaló en el parque Abel Martinez de Chilca, donde más de 100 personas, siguieron minuto a minuto el partido.

También se reunieron en el complejo deportivo Miguel Grau y otros espacios abiertos.

Los hinchas llevaron bombos, trompetas, maracas y otros instrumentos para alentar. Poco a poco, las calles lucían más vacías.

Apenas se extendió la bandera de Perú en el campo, cientos aplaudieron. La emoción se incrementó con la salida de los futbolistas peruanos y aún más con el cántico del Himno nacional, durante el cual hasta se soltaron lágrimas.

Como si se encontraran en Rusia y en el mismo estadio donde jugaba Perú, la hinchada no dejó de alentar, de aplaudir, de rezar.

La euforia, desesperación y hasta enojo se mezclaron entre los aficionados huancas, pero no el desaliento. Así fue en los dos tiempos.

Entre la hinchada, no faltaron quienes lloraron el resultado final, pero muchos se retiraron con esperanza. “Todavía faltan dos encuentros ¡Sí podemos!”, dijeron.