Más de 573 mil personas, lo que representa el 74 % de la población del departamento de Huánuco, enfrentan condiciones económicas precarias que comprometen su bienestar y calidad de vida, según un informe de la Red de Estudios para el Desarrollo (Redes). De ese total, cerca de 301 mil ya viven en situación de pobreza, mientras que otras 272 mil se encuentran en condición de vulnerabilidad económica, es decir, a un paso de caer en la pobreza ante cualquier evento adverso.

Factores como una enfermedad grave en la familia, la pérdida del empleo, la quiebra de un negocio o una mala cosecha pueden empujar a estas personas a una situación crítica. En términos simples, 7 de cada 10 huanuqueños están en pobreza o viven bajo el constante riesgo de entrar en ella.

Según César García, economista de Redes, aunque los últimos datos muestran una ligera reducción de la pobreza en Huánuco (-0.2 % en el último año), esta mejora es mínima y no se traduce en un cambio sustancial para las familias. “El leve aumento en los ingresos ha sido absorbido por el alza del costo de vida, por lo que muchas personas no perciben una mejora real en su economía. La reducción observada es más un efecto rebote luego del mal año económico de 2023”, explicó.

García advirtió que, de mantenerse el ritmo actual, podrían pasar hasta 20 años para recuperar los niveles de pobreza prepandemia. “En 2019, la pobreza en Huánuco era del 29 %. Hoy seguimos muy por encima de ese nivel”, subrayó.

El estudio también recuerda que la pobreza monetaria se calcula con base en el gasto familiar, no solo en los ingresos. A nivel nacional, se estima que una familia peruana necesita al menos S/ 1 816 mensuales para cubrir sus necesidades básicas. Si su capacidad de gasto está por debajo de esa cifra, se considera que se encuentra en situación de pobreza.

Uno de los principales obstáculos para reducir la pobreza en Huánuco es la falta de empleo formal. “Para generar trabajos de calidad es clave atraer inversión privada, especialmente en sectores con alto potencial como la agricultura y el turismo. Pero eso solo será posible con estabilidad política, confianza empresarial y un marco normativo claro y predecible”, añadió García.

La informalidad laboral golpea con más fuerza a quienes viven en pobreza extrema. Se estima que el 98 % de este grupo —alrededor de 94 mil personas en Huánuco— trabaja en el sector informal, sin acceso a beneficios laborales ni seguridad social. Estas familias no logran cubrir ni siquiera una canasta básica de alimentos, estimada en S/ 1 024 mensuales.

Además, enfrentan múltiples carencias: problemas de salud, inseguridad alimentaria, limitaciones para acceder a educación de calidad y una grave falta de servicios básicos. Solo el 17.3 % de la población en pobreza extrema cuenta con agua segura, y menos del 20 % tiene acceso a internet, lo que limita seriamente sus oportunidades de desarrollo.

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