Maestros del trabajo en piedra, previendo su durabilidad y utilidad a pesar del paso de los siglos. Precisamente, en Huánuco, muy cerca de Pasco, está una maravilla arquitectónica que posee 24 ventanas o canales por donde pasan las aguas de la laguna Lauricocha, cerca a los 4000 mil metros de altitud.
Este es el lugar donde nace el río Marañón que al cruzar por otras regiones se hace extremadamente caudaloso.

El puente tiene una longitud superior a los 60 metros, un ancho promedio de 2 metros y forma parte del extenso camino inca que conectaba el norte con el sur del Tahuantinsuyo.
La historia refiere que fue construido por órdenes de Huayna Cápac, y es posible que se haya levantado sobre la base de un trazo preexistente.
Su resistencia al paso del tiempo se debe a las piedras talladas que lo componen, las cuales han sido cuidadosamente dispuestas unas con otras. Las ventanas por donde fluyen grandes volúmenes de agua dejan caídas que son un verdadero regalo a los oídos.
Antonio Sánchez, un venerable anciano de la zona, nos dio detalles precisos del lugar.

No es descabellado señalar que por este lugar pasaron gobernantes como Pachacutec, Tupac Yupanqui, Huayna Capac y otros que llegaron posterior a estos.
Las leyendas que rodean a la estructura
No hay laguna altoandina sobre la cual no se hayan tejido leyendas mágicas que intentan explicar su origen.
En las zonas altas de nuestro país, a los campesinos poco les importa saber de fallas tectónicas, actividad volcánica o descargas fluviales que propiciaron la formación de estos inmensos cuerpos de agua.

Hace unos días visitamos Lauricocha, la laguna más grande de la región Huánuco, que tiene una longitud de 7 kilómetros y una profundidad promedio de 75 metros.
Está sobre los 3900 metros sobre el nivel del mar y sus aguas dan vida al poderoso río Marañón.
Su presencia en la zona propicia la vida vegetal y animal de manera boyante, lo que es posible que haya sido un factor importante para la presencia humana hace miles de años.
Existen dos relatos distintos sobre el origen de Lauricocha. La primera narra de un mendigo al que un pueblo jaranero le negó chicha y, por su maldad, calles y casas sufrieron una inundación que no dejó a salvo.
En ese fragor una mujer humilde oyó al mendigo y rápidamente huyó del pueblo, pero al voltear para ver la desgracia se convirtió en una piedra que hoy yace en lo alto de la cordillera, según narra Antonio Sánchez.
La otra historia refiere que se produjo una pelea titánica entre dos montañas que se disputaban el amor de una bella doncella.
Dicho combate terminó en un encanto para los dos que quedaron confinados en una montaña cercana y en el fondo de la laguna, respectivamente. En tanto, la mujer quedó transformada en una cocha no muy lejos de la laguna madre.
El lugar cuenta con restaurante, hospedaje, paseos en bote y una vía de comunicación ideal para todo tipo de vehículos.