Con una ceremonial ancestral de culto al agua, ayer un grupo de mujeres emocionó en el manantial de Wariwillka denominado “La Pacarina de la cultura Wanka”. El acto congregó a decenas de visitantes. sagrado. Cabe mencionar que este lugar que es una fuente natural que vierte agua pura y limpia, que brota del subsuelo y discurre por canales subterráneos de piedra.

Según cuenta la historia, los antiguos wankas en los manantiales hacían ofrendas y rituales en el Walipaccha para purificarse, mencionó Sonia Astuhuamán, guardiana de la pacarina wanka, que estuvo acompañada de las tucunchas wankas (mujeres de la cultura wanka) , que lucían una indumentaria típica y entregaron ofrendas con productos agrícolas como el maíz, la quinua, la chicha y otros que tributaron a la “mamayauku”, es decir la madre agua. “Sulpay mamayauku, las mujeres te honramos porque das la vida, todos nosotros venimos del agua, este ritual es un mensaje de amor, para que hombres y mujeres entiendan que el agua hay que protegerla y cuidarla. Nosotras somos criadoras del agua, como dadoras de vida, ya que la humanidad nace de un útero con agua que es una fuente de vida”, acotó.

Al interior del complejo arqueológico de Wariwillka, las mujeres realizaron el agradecimiento luego cogieron flores y agua bendita para realizar una limpia a los visitantes, mientras danzaban al ritmo del yungor y las quenas.

Las niñas, jóvenes y adultas llenaron sus recipientes de agua para continuar con el ritual al ritmo de cánticos en quechua.

La ceremonia fue organizada por la Autoridad Nacional del Agua en coordinación con el complejo arqueológico de Wariwillka, ubicado en el anexo de Huari, distrito de Huancán. Con el acto se busca revalorar los sáberes ancestrales en el lugar más importante de los wankas.

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